Es la oleada rosa de las portadas entusiastas de los deportes diarios. La La Gazzetta dello Sport que relegó al sacrosanto calcio al final de la página después de cada uno de sus siete torneos ganados en 2024.
O tal vez sea el revuelo de los anuncios televisivos de numerosas empresas, italianas o no, seducidas por el niño que bajó de las montañas del Tirol del Sur para convertirse en el primer italiano número uno del mundo de la historia.
Se necesitaría más para dejar al interesado blanco como un papel, nunca tan formidable como cuando hay algo en juego: en Turín, Sinner intenta corregir una anomalía en su historial, que actualmente no cuenta con ningún título ganado en Italia.
“Un poco más de presión”
“Está claro que hay un poco más de presión, pero estoy feliz de encontrarme en esta situación por la que he trabajado tan duro”, explicó con una sonrisa tímida.
Tanto como sus éxitos -incluidas sus dos primeras coronas de Grand Slam, en Melbourne y Nueva York-, lo que atrae a Sinner es su personalidad, lejos de la exuberancia de sus compatriotas en el circuito ATP, como Fabio Fognini y otros.
“Él tiene esta fortaleza mental. Quizás no era el más talentoso, pero aguantó”, valora Enzo Palumbo, un cuarentón que se prepara para ver el segundo partido de la fase de grupos de Sinner.
Ariana Verdone y Francesco Fiscatori, con pelucas rojas en la cabeza y vestidos con una camiseta naranja que se ha convertido en el color de reunión de los fanáticos de Sinner, encarnados por los ahora famosos “Carota Boys”, esperan impacientes el primer golpe de su héroe.
“Es un ejemplo de su inversión cuando tuvo que dejar a su familia, de su pasión por el tenis, de su humildad”, enumera la cincuentona que constató que “los niños que la rodeaban ahora se inclinaban más hacia el tenis”. que hacia el fútbol”.
Se enfrenta a uno o dos años de suspensión.
“Es un chico agradable e inteligente. Es como el hijo o yerno que todo el mundo quisiera tener. Es sencillo, es una persona sencilla”, resume el presidente de la Federación Italiana, Angelo Binaghi.
Y esta sencillez obra milagros. Para este Masters de 2024, los organizadores vendieron 200.000 entradas, una cifra inaudita, y podrían haber vendido el doble o incluso más. En un año, sus ingresos aumentaron de 20 a 28 millones de euros.
“Un pecador lo multiplica todo por diez”, asegura incluso el jefe del tenis italiano, que cuenta con cinco millones de jugadores, frente a 4,5 en 2023.
Quinto jugador mejor pagado del mundo
Sinner también se beneficia: según el ranking elaborado en agosto por la revista económica Forbeses el quinto tenista mejor pagado del mundo con 26,6 millones de dólares, quince de ellos procedentes de sus patrocinadores.
Según la firma de investigación de mercados NextAtlas, “Sinnermania” tiene cuatro componentes, el más importante de los cuales es su autenticidad.
Una cualidad que le permite capear el temporal de su caso de dopaje con clostebol, un esteroide anabólico, sin mayores daños para el público y sus patrocinadores.
Inicialmente autorizada por la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (Itia), la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) apeló y exigió entre uno y dos años de suspensión para el italiano.
Se espera que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) se pronuncie a finales de año. “No es una situación agradable, pero seguimos confiando”, aseguró Sinner.