Desde el miércoles por la tarde, la derecha se ha alzado en armas contra las últimas noticias procedentes del tribunal penal de París. Las requisas de la fiscalía en el juicio a los asistentes parlamentarios de RN de hecho provocaron una ola de protestas en esta parte del espectro político. Hay que decir que Marine Le Pen ve en el llamamiento a su inelegibilidad una intención de frenar su ascenso político.
La fiscalía solicitó cinco años de prisión, incluidos dos años de prisión, una multa de 300.000 euros y cinco años de inhabilitación contra la tres veces candidata presidencial, considerándola en el “centro” de un “sistema organizado” destinado a hacer el Parlamento Europeo la “vaca lechera” de la RN. Si el tribunal sigue la acusación, la pena de inelegibilidad, acompañada de la ejecución provisional, sería aplicable desde la condena, incluso en caso de apelación.
Para Bardella, “la fiscalía no está en la justicia”
“Lo único que interesaba a la fiscalía era Marine Le Pen para poder solicitar su exclusión de la vida política […] y luego la Agrupación Nacional para poder arruinar el partido”, dijo el líder de la RN tras las requisas. A dos años y medio de las elecciones presidenciales de 2027, la fiscalía muestra “un deseo de privar a los franceses de la posibilidad de votar por quien quieran”, afirmó.
“La acusación no es por la justicia: es por la implacabilidad y la venganza contra Marine Le Pen”, añadió el presidente de la RN, Jordan Bardella, sobre X. “Sus escandalosas requisas pretenden privar a millones de franceses del voto en 2027. Este es un ataque a la democracia”.
Al igual que el presidente del partido, muchos cargos electos de RN han publicado fotografías de ellos mismos con Marine Le Pen en X bajo el hashtag #JeSoutiensMarine.
Misma indignación entre los demás componentes de la derecha nacionalista y la extrema derecha. “No se debe volver a confiscar a los votantes el rumbo de la democracia francesa”, afirmó Éric Ciotti, evocando el precedente de François Fillon durante las elecciones presidenciales de 2017. “El destino democrático de nuestra nación debe jugarse en las urnas y no politizado. en los tribunales”, insistió. Una posición compartida por Sarah Knafo, eurodiputada del partido Zemmourist Reconquête, o incluso por el soberanista Nicolas Dupont-Aignan.
Darmanin muy crítico
Gérald Darmanin, una rara voz fuera del ámbito de la extrema derecha que se pronuncia, también consideró que “la lucha contra Madame Le Pen se hace en las urnas, no en otros lugares”. En
Una posición, por otra parte, abiertamente criticada por el jefe del Partido Socialista, Olivier Faure, que la ve como un “gran guiño embarazoso de alguien que pretende tener lástima de aquel cuyo electorado sueña recuperar” y denuncia una “gran violación de la principio de separación de poderes.