Hasta 180 milímetros de lluvia podrían caer en doce horas en el litoral valenciano, según las previsiones de la Aemet.
Se han impuesto restricciones de tráfico en zonas ya afectadas por las inundaciones del 29 de octubre, que dejaron al menos 223 muertos.
También se ha suspendido el tráfico ferroviario entre Barcelona y Valencia, anunció el operador nacional Renfe.
La agencia meteorológica también emitió este miércoles alerta roja en las provincias de Málaga (Andalucía, sur) y Tarragona (Cataluña, noreste), debido a esta nueva “gota fría”, una depresión aislada de gran altitud bastante frecuente en otoño en la Costa mediterránea española.
“Hoy Málaga está paralizada”, declaró durante la jornada el presidente de la región de Andalucía, Juan Manuel Moreno, durante un viaje a Sevilla. “Más vale prevenir que curar, lo vimos en Valencia”, insistió el presidente de la región.
En Málaga, donde se inundaron varias vías, se cerró el metro, se suspendió la línea de tren a Madrid y se desviaron vuelos. El municipio evacuó “preventivamente” a casi 3.000 personas.
“Todo va bien desde que nos avisaron ayer por la tarde”, explicó a la AFP Ida María Ledesma Martín, vecina de Campanillas, cerca de Málaga: “Esta mañana, hacia las 10 de la mañana, agentes de policía salieron a las calles para avisar a todos, el despliegue Es muy bueno y creo que no es nada exagerado.
Barricadas improvisadas
En el municipio de Paiporta, cerca de Valencia, considerado el epicentro de la catástrofe hace dos semanas, los vecinos habían levantado barricadas improvisadas con sacos de tierra el miércoles por la mañana delante de las puertas de las casas, sobre todo por miedo a ver las alcantarillas aún obstruidas. por desbordamiento de lodo.
Estas nuevas lluvias han afectado las operaciones de búsqueda de las 17 personas aún desaparecidas, concentradas principalmente en los alrededores de los cursos de agua y en la costa, en las desembocaduras de los ríos.
“La búsqueda en el mar se vio comprometida debido al temporal marítimo”, afirmó a la prensa Rosa Tourís, portavoz del Cecopi, el comité de emergencia de Valencia. “Luego de este episodio meteorológico se volverán a evaluar las mareas para determinar las zonas de búsqueda”, agregó.
Como medida de precaución, varios municipios de la región habían pedido a los miles de voluntarios que acuden cada día para ayudar a los residentes a limpiar las calles que no acudieran el miércoles a las zonas de desastre.
“Intensidad excepcional”
En Andalucía y Cataluña, donde se encuentran las provincias en alerta roja de Málaga y Tarragona, las autoridades habían anticipado las posibles consecuencias de las fuertes lluvias enviando mensajes de alerta a los teléfonos móviles, cuya recepción provoca un fuerte pitido.
Las autoridades de Valencia fueron fuertemente criticadas por enviar este mensaje de advertencia a última hora del 29 de octubre.
La indignación contra las autoridades, acusadas de haber evaluado mal los riesgos y de haber retrasado demasiado el despliegue de la ayuda, dio lugar el sábado a manifestaciones multitudinarias, la mayor de las cuales reunió a 130.000 personas en la ciudad de Valencia.
La alerta roja emitida por la Aemet, correspondiente a fenómenos meteorológicos de “intensidad excepcional” que presentan “un nivel de riesgo muy alto para la población”, llevó también a las autoridades a suspender las clases el miércoles en parte de Cataluña y en ciudades andaluzas como Granada y Málaga. .