Marine Le Pen se determinará este miércoles 13 de noviembre sobre los riesgos que correrá en caso de una condena judicial en el caso de los asistentes parlamentarios del ex-FN. Las requisas deberían ocupar la sala 11 del Tribunal Penal de París durante todo el día, casi un mes y medio después de la apertura de este proceso.
La hija de Jean-Marie Le Pen está acusada, como ex eurodiputada y ex presidenta del Frente Nacional (que se convirtió en Agrupación Nacional en 2018), de haber participado en la creación de un sistema destinado a garantizar la remuneración de determinados colaboradores del partido. por el Parlamento Europeo. Por su parte, la institución reclama 3,7 millones de euros en concepto de daños y perjuicios.
En este caso, más de veinte acusados corren el riesgo de recibir hasta diez años de prisión, un millón de euros y una pena de inelegibilidad que ahora pende como una espada de Damocles sobre las ambiciones presidenciales de Marine Le Pen.
La ley del 9 de septiembre de 2016 “para la confianza en la vida política”, conocida como Sapin II
En efecto, el calendario mantenido por los fiscales, que se basaron en particular en la duración de los contratos de asistente parlamentario de los incriminados, hace que el período de los presuntos actos contra Marine Le Pen se extienda hasta el 31 de diciembre de 2016.
Como resultado, cuando quedan veinte días para el final, el diputado de Paso de Calais cae bajo la ley del 9 de septiembre de 2016 “para la confianza en la vida política”, conocida como Sapin II, que entró en vigor el 11 de diciembre de 2016. y que prevé sentencias obligatorias de inhabilitación de cinco años en caso de condena.
Remedios
Según el periódico Le Monde, la defensa del tres veces candidato presidencial no tuvo conocimiento de esta amenaza hasta el miércoles. Al mando, Marine Le Pen denunció “las consecuencias gravísimas” que una sentencia de inhabilitación tendría para su carrera política y para la Agrupación Nacional. “Esto tendría el efecto de privarme de ser candidato presidencial, eso es todo”, explicó, destacando en particular los “11 millones de personas que votaron por el movimiento [qu’elle] representa”.
En caso de condena por malversación de fondos públicos, el tribunal podría, no obstante, salvar a Marine Le Pen de la inhabilitación “mediante una decisión especialmente motivada”, precisa la ley. Por su parte, la líder de los diputados RN también tiene la posibilidad de apelar una posible condena, lo que automáticamente suspendería la pena. Un recurso ante el Tribunal de Casación también sería suspensivo.