“Fue una noche llena de acontecimientos”, suspira Marjorie, de 26 años, en su teléfono cuando hablamos con ella este miércoles por la mañana. De hecho, este consultor informático permitió, el martes por la noche, la detención de Levis E., un hombre de origen camerunés obligado a abandonar el territorio francés (OQTF) y sospechoso de ser el autor de varios ataques violentos, entre ellos al menos una muerte ocurrida durante el noche de domingo a lunes sobre una persona sin hogar en Lyon (Ródano).
Es en la estación de Marsella-Saint-Charles (Bouches-du-Rhône) donde Marjorie se cruza con Levis E. Como cada noche, después de salir del trabajo, la joven sube a un tren para regresar a su casa en Toulon. El martes toma el de las 6:57 p.m. Una vez en el pasillo de un vagón de tren, Marjorie se enfrenta a un hombre inquietante: capucha negra, suéter atado al cuello, rostro casi oculto. Ella describe a un individuo “muy tenso”.
“Empecé a tener mucho miedo”.
Al cruzarse, “me empujó fuerte con el hombro”, relata la joven. Marjorie se da vuelta y exige una disculpa. El hombre se niega y le da una fuerte patada en la espalda. “Por miedo le dije que se fuera lejos”, dice. El hombre respondió en inglés: “Estaba tirando te veo te espero (Te veo, te estoy esperando) “. Extrañas amenazas que acaban preocupando a la tolosana: “Empecé a tener mucho miedo”.
Marjorie recuerda entonces haber guardado en su teléfono el número de emergencia de la SNCF para llamar en caso de ataque a un tren. Luego envió un SMS: “Después de unos minutos, los controladores vinieron a verme. Me pidieron la descripción del atacante”. Mientras tanto, el tren ha salido de la estación de Marsella.
La joven accede a recorrer discretamente los pasillos del tren con los controladores para identificar al hombre que la atropelló. “Me aconsejaron que no mirara fijamente a la gente, que simplemente mirara de lado a lado”. Hasta encontrarse con Levis E., en la parte trasera del tren: “Estaba en la parte trasera del tren, escondía la cabeza en un suéter”.
Cuando el tren se detiene en la estación de Toulon, los controladores, que han instalado a Marjorie de forma segura en su caja, transmiten un mensaje de espera y piden a los pasajeros que esperen. En realidad, se trata de no despertar sospechas en el sospechoso cuando llega un equipo policial para detenerlo.
“Emocionalmente es difícil”
Si al principio los agentes de policía de Toulon pensaron que estaban deteniendo a un simple atacante, la cosa fue completamente distinta cuando descubrieron al identificar al sospechoso. De hecho, el hombre es buscado por al menos tres asesinatos en Évry (Essonne), Estrasburgo (Bajo Rin) y Dijon (Costa de Oro). Por no hablar del asesinato en Lyon (Lyon), ocurrido durante el fin de semana.
Al sufrir “muchos dolores” en la espalda, Marjorie presentó una denuncia. “Emocionalmente es difícil”, admite dada la magnitud del asunto. Después de reflexionar, este director voluntario de una asociación que lucha contra el acoso escolar decidió presentar una demanda civil, “porque es necesario, para ir más allá y evitar que esto vuelva a suceder”.