Recién llegado a Clairefontaine, a pocas horas del Domaine de Luchin, Lucas Chevalier, último baluarte del LOSC, dio sus primeros pasos con los Bleus que aprenderá a descubrir con el paso de los días.
El encuentro se dio a las 16 horas de este lunes y los ‘bleus’ llegaron lentamente al castillo de Clairefontaine en preparación para los dos próximos partidos de la Liga de las Naciones contra Israel (14 de noviembre) e Italia (17 de noviembre). Lucas Chevalier (23 años), que dio el paso, llegó junto a William Saliba y poco a poco descubrió un nuevo entorno: ubicación, sala, compañero, entrenamiento…
El portero de Lille todavía estaba vaciando su maleta cuando la unidad de comunicación francesa le hizo cosquillas para recoger sus primeras impresiones: “Hay una ligera presiónadmitió el joven lillense, que a menudo parece insensible entre los mastines. Nos adentramos un poco en lo desconocido. Sólo lo había visto desde fuera, así que puedo ver cómo está distribuido, ver cómo es la gente. Me sorprendió gratamente la acogida. Ya me siento muy bien aquí. Sólo llevo cinco o diez minutos allí, pero sentimos muy buen ambiente. Hay dos estrellas que no tenemos en el equipo francés Espoirs (sonrisa). Allí tocamos el Grial »confió mientras poco a poco se orientaba.
Sustituyendo a Alphonse Aréola, en dificultades en el West Ham y perjudicado por una lesión, Lucas Chevalier ya se fija sus primeros objetivos: “Estando ahí, siendo parte de este círculo privilegiado, pasas a otro mundo. Todavía no soy consciente de ello, así que intentaré divertirme y ser lo más natural posible. La ambición es integrarme ya, divertirme y jugar lo más relajado posible en los entrenamientos para demostrar también de lo que soy capaz”.soltó.