miManuel Macron ha decidido no participar en la COP29 que se inauguró este lunes 11 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán. El presidente prefirió enviar en representación de Francia a Agnès Pannier-Runacher, ministra de Transición Ecológica. Una elección que se inscribe en un contexto de relaciones tensas entre Francia y Azerbaiyán, principalmente desde la ofensiva azerbaiyana de septiembre de 2023 contra los combatientes armenios de Nagorno-Karabaj.
Esta intervención militar, que provocó la reconquista de la región por parte de Azerbaiyán y la salida de más de 120.000 civiles armenios, provocó una fuerte condena por parte de Francia. París ha tomado medidas concretas para apoyar a Armenia, fortaleciendo su cooperación militar y adoptando una postura de solidaridad frente a las demandas armenias.
Este posicionamiento molestó al gobierno azerbaiyano, que respondió liderando una ofensiva diplomática y mediática. La prensa azerbaiyana denuncia periódicamente la posición de Francia y los discursos antifranceses se multiplican en los medios de comunicación locales. Además, Bakú ha sido acusado de alentar ciertos movimientos independentistas en Francia, particularmente en el extranjero, añadiendo una dimensión compleja a las tensiones entre los dos países.
Una cumbre marcada por rivalidades geopolíticas
A pesar de los llamamientos de figuras políticas francesas, como Anne Hidalgo, Laurent Wauquiez y Yannick Jadot, para un boicot total a la COP29, Francia finalmente decidió participar en las discusiones. Agnès Pannier-Runacher estará presente en Bakú para representar a Francia durante la fase final de las negociaciones, prevista entre el 21 y el 24 de noviembre.
“Nos corresponde a nosotros defender los objetivos del acuerdo de París. La COP es una negociación multilateral esencial para el clima, que reúne a todos los países del mundo”, recordó, subrayando la importancia de mantener el diálogo, incluso en un contexto difícil.
Una COP ampliamente rechazada
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Respuesta
Macron no es el único líder que boicotea la cumbre. El canciller alemán, Olaf Scholz, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también decidieron no realizar el viaje. Estas ausencias debilitan la COP29, mientras que las cuestiones climáticas son cruciales. Laurence Tubiana, director general de la Fundación Europea para el Clima y ex arquitecto del acuerdo de París, calificó el boicot de “lamentable”.
Según ella, la ausencia de varios líderes destacados compromete la dinámica de la conferencia y podría tener consecuencias para la COP30, prevista para Brasil el próximo año. Este aniversario marcará los diez años del Acuerdo de París, un evento en el que será necesario fortalecer y actualizar los compromisos climáticos.