Si fijamos su fecha de nacimiento en el estreno del primer largometraje de Thomas Lilti, Hipócrates a los 10 años. La serie derivada de la película va por su tercera temporada y ya nos tenemos acostumbrados a este encuentro con un grupo de médicos de urgencias en primera línea ante la crisis hospitalaria. El autor y director vuelve a esta crónica única que presenta a la sociedad francesa el espejo despiadado de la ficción.
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¿Qué hay de diferente en esta tercera temporada?
Durante la promoción escuché que era más político, más violento, más duro. No sé. Para contar la historia, el rodaje de la segunda temporada se vio interrumpido por el confinamiento. Nuestro hospital (ficticio) queda inactivo en un momento en que los demás hospitales funcionan a plena capacidad. Decido volver a trabajar en el hospital, no para acumular material de ficción, sino con espíritu de persona comprometida y también por culpa de no hacer nada. Y me golpea duramente la realidad de lo que vengo diciendo desde hace algún tiempo Hipócrates. Lo primero que escucho al llegar es a un intensivista diciéndole a un médico: “¿Eres consciente de que no podremos salvar a todos? »
Y luego veo el sistema implementado, la clasificación de las cosas raras y sobrantes. Todavía tengo que terminar la temporada 2 y convoco al Covid-19 al final de la temporada. Habla del estado del hospital antes de la pandemia. Al principio me dije que el próximo sería el Covid. Y entonces no, Hipócrates No mires por el espejo retrovisor. Debemos contar la historia del hospital justo después de la crisis. Y por eso sin duda es más político, más violento. A los cuidadores los aplaudimos durante unas semanas en las ventanas, y tres años después los cuidadores ya no están, se fueron, se hartaron. El compromiso, las ganas de hacer bien el trabajo ya no son suficientes. Y luego surgió el deseo de ampliar la serie a seis episodios. Ahí es el director quien habla. Lo que menos me gusta de la serie son los caminos secundarios.
Así que no hay subtramas…
Me gusta el apego a los personajes que nace en la serie. Pero son los personajes quienes hacen la acción. También me gusta centrarme en un tema. Lo que encontré fue cuidado, resistencia, desobediencia civil. Cuando llegamos al punto en que las reglas, las instituciones son insoportables porque nos impiden hacer las cosas bien. Y luego, volviendo a las novedades, está ese ritmo frenético y la posibilidad de explorar territorios, como género. El cuarto episodio es casi una sesión a puerta cerrada, el comienzo del primer episodio es una película de acción, respetando los principios delHipócrates. O incluso sangrientas, algunas escenas son bastante sangrientas.
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