La clasificación sigue liderada por Charlie Dalin (Macif Santé Prévoyance), pero las diferencias se han estabilizado, o incluso reducido, desde la evolución observada entre el lunes por la mañana y las primeras horas de la tarde. Tenga en cuenta las reapariciones de Jérémie Beyou, Nicolas Lunven y Louis Burton. Yannick Bestaven pasó del 4º al 10º puesto en las listas, sin duda efecto de un giro hacia el Oeste, del que podría beneficiarse más adelante.
Esta primera jornada habrá afectado a dos grandes brazos: Boris Herrmann, ante un problema técnico, es 22º en 79 millas y Samantha Davies, 25ª en 80 millas. Nada prohibitivo en cuanto a distancia, pero sí en cuanto a lugares…
Ráfagas de 40 nudos
¡Es el fin del armisticio con el clima! Después de un suave aumento del viento desde el flojo comienzo del domingo, la flota vivirá una noche deportiva al pasar por el Cabo Finisterre. “Esta es la primera zona deportiva de la regata”, subraya Basile Rochut, asesor meteorológico de la Vendée Globe. Cuando pase, el viento será fuerte con 30 nudos de viento y ráfagas de hasta 40 nudos”. Y el viento debería seguir fortaleciéndose.
“Va bien”, resumió Paul Meilhat a plena luz del día, hablando del mar terrible y de la necesidad de reducir la lona en proa.
Opción
Los competidores tendrán que decidir pasar entre la costa española y el oeste del DST (sistema de separación de tráfico) prohibido a los navegantes. Tienen dos opciones: ir al oeste del horario de verano o al este, siendo esta segunda opción más peligrosa ya que discurre a lo largo de la costa.
“El paso del cabo Finisterre será delicado”, insistió el británico Sam Goodchild (Vulnerable). No pasará mucho tiempo pero el viento será más fuerte. Tendremos que asegurarnos de permanecer en la regata sin hacer ninguna estupidez”.
Para protegerse, Violette Dorange (Devenir) decidió arriar su spinnaker (Nota del editor: la vela de proa más grande) en cuanto el viento alcanzó los veinte nudos. “Me permite estar un poco más segura”, confiesa la mujer de Charentaise-Maritime. Tengo cuidado con el viento del cabo Finisterre que puede llegar muy fuerte, sobre todo al inicio de la carrera”.
Luego, continuará el descenso del Atlántico y también la regata. “Las rutas están convergiendo, debería haber poca separación entre los barcos”, analiza Basile Rochut. La batalla está aumentando en intensidad y la distancia de 300 millas recorrida por Charlie Dalin en las primeras 24 horas debería mejorar considerablemente durante las próximas 24.