Désiré Doué, única incorporación ofensiva para el verano de 2024 en el PSG, ha tenido problemas para rendir desde su llegada a París. Este sábado por la noche, en su ciudad natal, deberá finalmente convencer y lanzar su temporada.
Si fue en el famoso centro de entrenamiento Stade Rennais y luego con su primer equipo donde Désiré Doué se convirtió en un futbolista de 50 millones de euros, el importe de su transferencia a París, el polivalente jugador ofensivo parisino es, sin embargo, un puro angevino. Nació allí y vivió allí hasta los cinco años antes de marcharse al Rennes, donde pasó trece temporadas antes de fichar por el PSG el pasado verano.
Este sábado por la noche, Doué regresará a una ciudad que conoce bien y que siempre lleva en el corazón, como explicó a Ouest-France a principios de septiembre: “Todavía tengo familia aquí. Vuelvo a menudo a Angers. Es un placer volver a mi ciudad natal”. Para este regreso a casa, Doué debería incluso ser titular, una rareza para él, que sólo ha vivido esta situación tres veces desde que llegó al PSG.
Sus tres titularidades, ante Reims (1-1), Arsenal (0-2) y Estrasburgo (4-2), resumen muy bien su inicio de temporada: tres posiciones ocupadas en todo el flanco de ataque, ningún gesto decisivo y la impresión de un jugador que aún no ha digerido su traspaso. El talento está ahí y el técnico Luis Enrique ha manifestado en varias ocasiones su satisfacción por poder contar con el ex del Rennais en su plantilla, destacando su polivalencia y calidad general.
A pesar del apoyo de su entrenador que lo acompaña prácticamente en todos los partidos, Doué se busca a sí mismo, como la búsqueda de su primer gol con el PSG que se convierte en una torpe obsesión, el jugador encadenando tiros en cada partido ante la gran desesperación de sus compañeros. Pero en Angers, el jugador de 19 años volverá a un estadio que le trajo suerte: su único gol esta temporada, con la selección de France Espoirs, fue precisamente sobre el césped del estadio Raymond-Kopa contra Eslovenia. Lograr el mismo éxito con París bien podría parecer un verdadero punto de partida.
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