El discurso del Rey Mohammed VI con motivo del 49º aniversario de la Marcha Verde estuvo acompañado de decisiones destacadas destinadas a provocar una nueva transformación en el ámbito de la gestión de los asuntos de la comunidad marroquí en el extranjero.
En este sentido, el Rey se refirió a la reestructuración de las instituciones que se ocupan de la comunidad, garantizando que no se superpongan las especializaciones y los actores dispersos, y que respondan a sus nuevas necesidades.
Para ello, añade la carta, encomendamos al gobierno que trabaje en la estructuración de este marco institucional, sobre la base de dos órganos principales:
El primero es el Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero, como institución constitucional independiente, que debe cumplir plenamente su función de marco de pensamiento y presentación de propuestas, y reflejar la representación de los distintos componentes de la comunidad.
En este sentido, el Rey Mohammed VI pidió acelerar la emisión de la nueva ley del Consejo, con la esperanza de que sea inaugurada lo antes posible.
El segundo, según el mismo discurso, es la creación de un organismo especial denominado “Fundación Mohammed para los marroquíes residentes en el extranjero”, que constituirá el brazo ejecutivo de las políticas públicas en este ámbito.
La nueva institución tendrá la misión de consolidar poderes, actualmente dispersos entre numerosos actores, y de coordinar, preparar y aplicar la estrategia nacional para los marroquíes residentes en el extranjero.
La nueva institución gestionará también, continúa el Rey Mohammed VI, el “mecanismo nacional para movilizar las competencias de los marroquíes residentes en el extranjero”, que hemos pedido crear y situarlo al frente de sus tareas.
Se trata de abrir el camino a las competencias y conocimientos marroquíes en el extranjero y de seguir el ritmo de los propietarios de iniciativas y proyectos.
El Rey expresó su esperanza de que esta institución, mediante la participación de los sectores ministeriales pertinentes y de diversos actores, dé un fuerte impulso a la supervisión lingüística, cultural y religiosa de los miembros de la comunidad, independientemente de su generación.
“Uno de los retos más importantes que debe afrontar esta institución es simplificar y digitalizar los procedimientos administrativos y judiciales que conciernen a nuestros niños en el extranjero”, afirma el rey, que añade que también está interesado en abrir nuevos horizontes a las inversiones de los miembros de la comunidad. dentro de su patria. No es razonable que su contribución al volumen de las inversiones nacionales privadas se mantenga dentro del 10%.