Los candidatos a las elecciones estadounidenses batieron este año el récord de recaudación de fondos, recaudando un total de 15,9 mil millones de dólares (aproximadamente 14,5 mil millones de euros), según la organización OpenSecrets que recopiló los datos.
Este total se refiere tanto a los candidatos presidenciales como a los que se postulan para un lugar en el Congreso. Supera el récord anterior, establecido en 2020, en el que se gastaron 15.100 millones de dólares. También es más del doble que el ciclo electoral de 2016, cuando se gastaron 6.500 millones de dólares.
En la carrera por la Casa Blanca, la vicepresidenta Kamala Harris ha atraído la mayor cantidad de fondos, con más de mil millones de dólares recaudados, y los pequeños donantes contribuyeron con el 40%. A esto se sumaron 586 millones provenientes de los comités políticos que lo apoyan.
La campaña de su rival republicano, Donald Trump, recaudó 382 millones de dólares, el 28% de pequeños donantes. Los comités de apoyo recaudaron 694 millones de dólares. El principal contribuyente es Timothy Mellon, un banquero de 82 años que contribuyó con 197 millones de dólares a los candidatos republicanos y a Trump. Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, así como Richard y Elizabeth Uihlein, Miriam Adelson y Kenneth Griffin –hombres y mujeres de negocios– también contribuyeron cada uno con más de 100 millones de dólares a los republicanos.
Del lado demócrata, el empresario Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York (2002-2013), es el principal donante, con 93 millones de dólares. El financiero George Soros, por su parte, aportó 56 millones de dólares a través de su comité de apoyo.
La mayor parte de la cantidad, 10.500 millones de dólares, se gastó en campañas publicitarias. Las campañas del Sr. Trump y del Sr.a mí Harris gastó un total de 2.600 millones de dólares en publicidad entre marzo y 1es Noviembre: 1.600 millones para el demócrata y 993 millones para el republicano.
Entre los estados cruciales, es en Pensilvania donde los candidatos concentraron su gasto, por delante de Michigan y Georgia.
Aunque los estadounidenses pasan cada vez más tiempo en línea, las redes sociales representaron sólo el 17% del gasto publicitario de los dos candidatos presidenciales. Los demócratas gastaron 132,4 millones de dólares en las redes Meta (Facebook e Instagram), en comparación con 24,7 millones de dólares de los republicanos. Estos últimos, por el contrario, gastaron 1,1 millones de dólares en X (antes Twitter), propiedad de Elon Musk, frente a sólo 150.000 dólares para los demócratas, según AdImpact.