Fue una hora y media de aprendizaje y enriquecimiento profesional. Pero también de puro placer entre dos hombres de fútbol. Después de haber aprovechado hace dos años el penúltimo paro con el que tienen que convivir los entrenadores entre proyecto y proyecto pulsando de primera mano métodos como el de Guardiola, Rafa Benítez, Frank Lampard o Xisco en la Premier, y también otros en Alemania como el de Xabi Alonso en el Bayer Leverkusentras su última experiencia en los banquillos, Diego Martínez completaría su conocimiento visitando a uno de los entrenadores que posiblemente más admiración le despierta: El Cholo.
Como suele ocurrir con todos los que tratan de empaparse de su éxito, Simeón abrió de par en par las puertas de su despacho en El Cerro al técnico gallego, que hoy repite visita en el Metropolitano. El argentino valora mucho el trabajo de Diego Martínez, reconocimiento que siente por uno de esos entrenadores que logran exprimir a plantillas modestas hasta sacar resultados por encima de sus posibilidades, como ha demostrado, por ejemplo, en el Granadaa quien llevó a su cota más alta en su historia. De hecho, en esa visita profesional no faltó el recuerdo de su triunfo en un partido aplazado que impediría al Barcelona arrebatar el liderato al Atlético en la temporada en la que los rojiblqncos ganaron su ultima liga.
Una radiografía a las funciones de todo el cuerpo técnico
Fueron algunos de los asuntos que saldrían a la luz durante su encuentro durante el primer parón de LaLiga, en el mes de septiembre, que permitiría además a Diego Martínez adentrarse hasta lo más profundo del corazón del Cholismo. No en vano, más allá de presenciar el entrenamiento, también departiría con Gustavo López, Nelson Vivas y Tevenet para conocer la función de todos los ayudantes de Simeone e interesarse un poco más en su forma de trabajar. Incluso tendría un aparte más profundo con Hernán Bonvicini para acabar de desgranar todos los aspectos técnicos que dan forma al método del Cholo, uno de los más consolidados a nivel mundial.
Una charla pura, profesional y en un mismo idioma futbolísticoque no está reñida con el afán de Diego Martínez de beber en otros estilos antagónicos (aunque las variantes tácticas y el modo de conducirse de Simeone le han cautivado sobremanera desde sus inicios)… ni de reencontrarse hoy olvidando durante 90 minutos esa sintonía entre dos entrenadores que son puro fútbol.
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