Los locales ganaron por la mínima pese a que hicieron méritos para imponerse con mucha más solvencia.
Con todos los jugadores disponibles e igualado a 18 puntos con tres equipos más, el equipo del sancionado Vicente Moreno, emocionado en rueda de prensa por los efecto de la DANA en su pueblo natal (Masanasa), afrontaba el partido con la ilusión de dormir en posiciones de Liga de Campeones e incluso por delante del Atlético de Madrid. En una realidad diferente, el Real Valladolid se desplazaba a El Sadar con el ánimo de abandonar la zona de descenso.
Los pucelanos perdieron contra el Villarreal en el José Zorrilla y ganaron al Astur en la Copa del Rey. Sin Cenk Özkacar, Juanmi Latasa, César de la Hoz y Robert Kenedy, los blanquivioletas querían emular el triunfo logrado ante el Deportivo Alavés un par de semanas atrás. El escenario de este sábado no era el más atractivo posible, ya que los pamplonicas se encuentran en buena forma y acostumbran a responder en su hogar.
“Fuerza Valencia”
El cuadro navarro salió con mucho más ímpetu, especialmente gracias a las incursiones de Bryan Zaragoza. Se desesperó el malagueño tras el paradón de Karl Hein a un remate letal y a bocajarro, aunque la acción terminó en penalti por una falta de Luis Pérez sobre Ante Budimir en el rechace. García Verdura necesitó varios minutos para ver cómo el zaguero había trabado al croata, que engañó al portero estonio. “Fuerza Valencia”, rezaba la camiseta que enseñó en la celebración.
La mejor noticia para los hombres de Paulo Pezzolano era el resultado, ya que apenas se mostraron en ataque -un tímido remate que atrapó Sergio Herrera sin despeinarse- y sufrieron de lo lindo tanto en defensa como a la hora de construir. En los compases iniciales del primer acto, Raúl Moro lo intentó por la izquierda y puso en aprietos a una zaga casi sin trabajo. Con un último intento de Aimar Oroz y un marcador ajustado, los 22 futbolistas emprendieron el camino al túnel de vestuarios.
De Málaga y Zenica
Bastaba con ver la cara de Bryan para saber cuántas ganas tenía de inaugurar su cuenta. No dejó de intentarlo y se mantuvo como una amenaza permanente, incluyendo un potente disparo que no encontró portería por muy poco. Entretanto, el Valladolid seguía descosiéndose y su técnico tuvo que acometer una triple intervención desde el banquillo (Víctor Meseguer, Ivan Sánchez y Kike Pérez fueron los elegidos).
En una jugada en la cual parecía estar sin espacios, Budimir fabricó su hueco y envió el cuero a la madera. Se trataba de la enésima conexión con Zaragoza y amenaza de los rojillos, que apenas sufrieron en el tramo final. Hubo cierta tensión al disfrutar de una renta mínima, pero Alejandro Catena y Enzo Boyomo -con pasado pucelano- dieron la seguridad suficiente a una escuadra que va a dormir este sábado en zona de Liga de Campeones.
Jugador Flashscore del partido: Ante Budimir.
Las estadísticas del choque, en Flashscore.