Nigeria dijo que no se dio ninguna razón por la que su avión fue enviado a Al Abraq, a unos 230 kilómetros (143 millas) de Bengasi, y que no fueron recibidos por un representante de la LFF a su llegada el 13 de octubre.
Los jugadores publicaron en las redes sociales que se habían quedado sin comida, wifi ni lugar para dormir, y el equipo de las Super Eagles regresó a África Occidental el día antes del partido.
Mientras tanto, Libia se quejó de que su equipo había recibido un mal trato en Nigeria antes del partido de vuelta del 11 de octubre, que los anfitriones ganaron por 1-0.
Caf intervino y anuló la eliminatoria en el norte de África, y un consejo disciplinario decidió que Libia había violado dos artículos de su código disciplinario así como un artículo del reglamento de la Copa Africana de Naciones.
Las infracciones se referían a principios de conducta, seguridad en la organización de partidos y alojamiento de los equipos visitantes.
En ese momento, Troost-Ekong describió el trato que recibió Nigeria como “juegos mentales”, pero la LFF negó las sugerencias de juego sucio.
Ahmed afirmó que Caf “no evaluó la situación real”.
“El rumbo del avión fue cambiado por razones técnicas y logísticas relacionadas con la navegación aérea”, añadió.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Nigeria, Yusuf Tuggar, dijo a Newsday en el Servicio Mundial de la BBC que la situación era “muy desafortunada” y complicada por el hecho de que Libia está dividida entre dos administraciones que afirman ser los gobernantes legítimos del país.
“Nuestro equipo voló a una parte del país que estaba bajo el control de un gobierno que no tenía representación diplomática en Abuja”, dijo.
El triunfo 3-0 significa que Nigeria está a una victoria de alcanzar la Copa de Naciones 2025 en Marruecos.
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