Rodez llegó con cuatro horas de retraso a su viaje al Paris FC, un nuevo episodio desafortunado para los rutenos a la hora de tomar el avión.
Puede que nos llamemos Raf, pero eso no impide que tengamos una relación caprichosa con los aviones. El viaje a París de este fin de semana se suma a la lista de aventuras vividas por el club ruteno en los últimos años. Esta vez no hubo temores del viaje a Bastia, en 2004, cuando una puerta se rompió en pleno vuelo sobre el Mediterráneo, ni al de Guingamp, en 2022, cuando un humo preocupante la invitó a entrar en la cabina. Pero la delegación de sangre y oro se vio obligada a revisar todos sus planes. La densa niebla que cubría París el viernes 1 de noviembre de 2024 obstaculizó el viaje realizado en vuelo privado.
En lugar de partir por la mañana, como está acostumbrado, el equipo de Aveyron finalmente despegó el viernes a primera hora de la tarde. Y tras dos vanos intentos de aterrizar en Melun (Seine-et-Marne), el avión finalmente fue desviado al aeródromo de Bourget. Aterrizó alrededor de las 2 de la tarde, con cuatro horas de retraso.
“Estos eventos pueden unir a un grupo, pero…”
Suficiente para sacudir toda la previa al partido. “Comimos a las 15 horas en lugar de al mediodía, no tomamos la merienda antes del partido, lo pospusimos todo”, explicó Didier Santini, el entrenador. “No es la mejor manera de preparar un partido, pero no sería así. Habría sido una excusa si hubiésemos perdido. Creo que somos más fuertes que eso”. Además, estos inconvenientes no impidieron que su equipo lograra una buena actuación en el campo del líder (3-3).
“Son acontecimientos que pueden unir a un grupo, que pueden revelar ciertas cosas, pero como entrenador prefiero que el día se desarrolle como lo habíamos previsto”, añadió. Puede estar bien, pero aquí pasa tres días después de otro viaje (durante la noche del martes al miércoles), regresamos a las tres de la madrugada desde Bastia.
El aeropuerto de Rodez cerrado el sábado
Las molestias no se limitaron al viaje de ida. Debido a este cambio de programa, los rutenos no pudieron despegar después del partido como estaban acostumbrados. Pasaron la noche en la capital y regresaron el sábado por la mañana. Esta vez la delegación se vio obligada a aterrizar en Toulouse (Alto Garona), porque el aeropuerto de Rodez está cerrado los sábados, antes de regresar en autobús a primera hora de la tarde.
Un viaje en el que sólo participaron la mitad de los jugadores, mientras que los demás, en particular los que tienen familiares en la región parisina, aprovecharon estos contratiempos para disfrutar de un fin de semana improvisado en la capital. Cabe señalar que la tradicional sesión de limpieza del día después del partido ha sido cancelada y que la reanudación de los entrenamientos se realizará según lo previsto el lunes, con dos sesiones.
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