La Copa del Rey es sin duda la mejor competición nacional que tiene el fútbol español; en que cualquier cosa nos puede deparar. Esta hermosa competición nos regala partidos que enfrentan a equipos gigantes del panorama nacional contra equipos muy humildes, en que la mayoría de los futbolistas aparte de calzarse las botas también se ponen manos a la obra, para cumplir sus facetas en sus respectivos empleos.
Hace pocos años, el nuevo formato de Copa da la oportunidad a equipos por debajo de Tercera División nacional para jugar contra clubes de gran importancia entre las mejores divisiones españolas.
Uno de esos equipos modestos fue el Club Deportivo Gévora, a que la suerte en el sorteo le emparejó con un campeón copero un poco reciente, el Real Betis Balompié, que el curso anterior también visitó Almendralejo para enfrentarse a un equipo de 1ºDivisión Extremeña, en este caso el Hernán Cortés. El combinado extremeño se llevó una goleada muy abultada por parte de los béticos, perdiendo por 1-12. Esta vez los gevorenses no encajaron tantos goles como su equipo rival en competición de liga.
Respecto a años anteriores, el primer año en que participó un equipo extremeño de regional fue el CF Jaraízque no superó la ronda previa contra el Laguna de Tenerife y el siguiente año, fue el Santa Amalia quien tuvo la suerte de superar la ronda previa y enfrentarse al Villarreal, pero siendo derrotado finalmente.
Derrota con sabor a victoria
En un partido en que los jugadores de Manuel Pellegrini les vino bien para coger sensaciones y en consecuencia derrotar al rival; cuando el marcador reflejaba el 0-6 en contra en los minutos finales, el árbitro del partido señaló un penalti a favor de los pacenses, que tendrían la oportunidad de marcharse de la Copa del Rey a todo un Real Betis.
El encargado de lanzar la pena máxima fue Juanma, que no perdonaría la ocasión, batiendo al portero bético y cerrando el marcador 1-6 definitivo. Los modestos futbolistas eran conscientes de que su sueño copero estaba a escasos segundos de finalizar, pero mereció mucho la pena y lo celebraron por todo lo alto entre todos.
Al final del partido, la fiesta continuó en el pueblo extremeño recibiendo a los jugadores con bengalas verdes y las bufandas verdinegras al cielo.
Senegal
