Desde Marruecos, Emmanuel Macron jugó el miércoles a ser su propio abogado. De hecho, el Jefe de Estado defendió su método “al mismo tiempo”, que a menudo se le critica, afirmando que era necesario no ceder a los “ukases” de la comodidad ni ceder a los “malos vientos”.
“Saben, soy un gran partidario de ‘al mismo tiempo'”, dijo el presidente a la comunidad francesa de Marruecos en Rabat.
Macron no lo ve como “una negativa a elegir”
“Mucha gente piensa que “al mismo tiempo” es ambigüedad o negativa a elegir. Es un gran error pensar eso”, añadió el inquilino del Elíseo. “Es un rechazo a ceder ante el uso de la simplificación en un mundo cada vez más complejo”, dijo, señalando un mundo con “identidades plurales” que “no se quitan nada” unos a otros. “Y sean cuales sean los malos vientos que soplen, no cedan porque creo que no se parecen a Francia ni en su historia ni en su presente ni en su futuro”, concluyó sin extenderse más.
Emmanuel Macron ha configurado su discurso y su acción política en torno a dos conceptos, “al mismo tiempo” y “superación” entre izquierda y derecha.
La entrada de Elisabeth Borne
En su reciente trabajo Veinte meses en MatignonEl ex primer ministro, por el contrario, se muestra crítico con estos conceptos. Élisabeth Borne considera, en particular, que la noción de “adelantamiento” derecha-izquierda “resulta más estructurante que la de “al mismo tiempo”, lo que puede acabar haciéndote perder el rumbo”. Según ella, “este “al mismo tiempo”, esta manera de conciliar posiciones totalmente opuestas, no está exenta de peligros”.
France