El partido no fue polémico ni especialmente accidentado, pero el Clásico produjo dos momentos de tensión donde saltaron chispas. El primero fue el de Gavi y Vinicius sobre el césped. El jugador del Barcelona entró al final del partido y tuvo tiempo de enfrentarse al brasileño. Gavi, haciendo gala de su habitual agresividad, cometió una falta clara y persistente al brasileño, que reaccionó pidiendo explicaciones y tarjeta amarilla al colegiado. Parecía que el incidente había terminado, pero Gavi, animado por la victoria, fue a enfrentarse nuevamente a Vini.
“¡4-0, 4-0!” Gavi le gritó repetidamente a Vinicius, haciendo un gesto con la mano para que el jugador del Real Madrid entendiera. Los dos intercambiaron palabras, pero Vinicius no cedió a la provocación y el enfrentamiento no desembocó.
Minutos antes se había producido un incidente similar entre Ancelotti y uno de los asistentes de Hansi Flick, Marcus Sorg, que celebraba el cuarto gol del Barcelona ante el banquillo del Real Madrid. Ancelotti se mostró disgustado con el gesto y expresó sus sentimientos a Flick. “No fue un caballero y Flick estuvo de acuerdo conmigo”, explicó el técnico madridista tras el partido.
Ancelotti transmitió sus pensamientos a Flick inmediatamente después de la conducta antideportiva de su asistente y luego se dirigió a Marcus mientras se dirigía hacia el túnel después de que el árbitro pitara el final.
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