Misterio
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Desde hace una semana, los rumores sobre el estado de salud del líder camerunés, así como las tensas reacciones de las autoridades del país, alimentan las especulaciones sobre la muerte del jefe de Estado más anciano del mundo.
Su última aparición pública se remonta a principios de septiembre en Pekín. El presidente de Camerún, Paul Biya, asistió a la cumbre China-África. Acompañado como siempre de su mujer Chantal, una cabeza más alta que él y treinta y siete años más joven, famosa por su atrevida cabellera. ¿Y desde entonces? Nada. Al frente de Camerún durante cuarenta y dos años, el presidente más viejo del mundo, de 91 años, ha desaparecido del radar.
Antes de su llegada a China, lo habíamos visto en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, sentado estoicamente bajo la lluvia, con la cabeza cubierta por una capucha impermeable, mientras Chantal se soltaba el peinado empapado por la lluvia. Luego pronunció un discurso con motivo del 80 aniversario del desembarco en Provenza.
Fuentes camerunesas lo confirman Liberación que se esperaba a Biya el 10 de septiembre en Nueva York para la Asamblea General de las Naciones Unidas. Luego a la cumbre de la Francofonía en Villers-Cotterê
Francia