En la fábrica de automóviles Stellantis de Rennes sabíamos que el Citroën C5 Aircross y el Peugeot 5008 darían paso a un nuevo vehículo a partir de 2025. Hasta ahora se habían filtrado pocos detalles, aparte del nombre en clave del proyecto -CR3-, el marca -Citroën- y el tipo de coche -un SUV familiar eléctrico, que podrá estar disponible en versión híbrida y térmica-.
Hoy sabemos un poco más: según nuestras informaciones, se trata de un C5 Aircross revisado y corregido que llegará a las líneas de producción de Rennes. Un modelo cuyas primeras imágenes fueron presentadas este lunes 14 de octubre durante el Salón del Automóvil de París. “Estamos muy, muy orgullosos de producir este modelo”, comenta a Le Télégramme una fuente cercana a la dirección de la planta de Rennes.
Lanzamiento comercial en 2025
En un comunicado, Citroën indica que su futuro SUV tendrá cinco plazas y medirá 15 cm más que el actual C5, que no está disponible en versión 100% eléctrica. El nuevo vehículo se lanzará comercialmente “en 2025”. Según nuestras fuentes, los equipos se están preparando para la comercialización “alrededor de septiembre-octubre”, con la producción en masa de modelos a partir de julio.
Para estar listo, el sitio de Rennes ha sido objeto de importantes trabajos desde hace varios meses. “Es una verdadera metamorfosis”, confiesa Didier Picard, representante sindical de la CFE-CGC. Ferragem, plásticos, conjuntos de baterías… Varios talleres han sido creados o remodelados por los equipos (2.000 empleados) que, hasta enero, producen simultáneamente el actual C5 Aircross. El del Peugeot 5008 fue detenido la semana pasada.
¿Un primer paso, antes de un segundo vehículo?
Para la fábrica, la llegada de un nuevo vehículo es una verdadera bendición. De visita en junio de 2023, el gran jefe de Stellantis, Carlos Tavares, indicó que esta decisión iba acompañada de una dotación de inversión de 160 millones de euros y garantizaba al sitio, moribundo en la década de 2010, visibilidad hasta 2030.
Los sindicatos, sin embargo, siguen vigilantes. En una entrevista con Les Échos, Carlos Tavarès, que se marchará en 2026, indicó que ante la creciente competencia china, el cierre de fábricas en Europa no estaba excluido. “En Rennes, es poco probable que la fábrica sea atacada, ya que estamos lanzando un nuevo vehículo, pero siempre existe una amenaza para el empleo”, estima Fabrice Lucas, de la CGT. La misma historia en la CFDT: “Es un tema menos coyuntural, pero necesariamente nos preocupa para el futuro. Porque sólo dependeremos de un producto. Si no le gusta, chocaremos contra la pared. Y cuando llegue al final de su vida, ¿qué pasará? », pregunta Laurent Valy. Por parte de la CFE-CGC, Didier Picard también considera que el sitio se encuentra en una situación relativamente favorable. Pero para “saturar” las capacidades de producción, “hay que seguir invirtiendo”. En particular, dotando a Rennes de un segundo vehículo, “una garantía de sostenibilidad”.