Noé Gülbol, un adolescente de 14 años con una sudadera con capucha y un pelo sobre los ojos, suele pasear por los campos de trigo o cebada para pasear a su perro Punky o dar un paseo en bicicleta. Entonces, cuando se enteró de la presencia de pesticidas en su cabello y orina, no se sorprendió mucho: “Sabía que habría algunos. Cada vez que hay fumigación, lo olemos en la casa. » Su hermana pequeña, Lana, de 11 años, encuentra “Es extraño tener eso en [son] cuerpo”: “Eso me preocupa. »
Noé y Lana viven en Périgny (Charente-Maritime), un pueblo de apenas 9.000 habitantes rodeado por las tierras agrícolas de la gran llanura cerealista de Aunis, cerca de La Rochelle. Desde una alerta del Hospital Universitario de Poitiers en 2018 sobre casos de cáncer pediátrico en la vecina ciudad de Saint-Rogatien (2.400 habitantes) y la muerte al año siguiente de Pauline (los padres desean permanecer en el anonimato), una Rogatienne de 15 años, La preocupación no hace más que crecer en el territorio a medida que aparecen nuevos casos.
Además, por iniciativa de la asociación Avenir Santé Environnement, creada en 2018 tras la declaración del cáncer de Pauline, las familias de Noé, Lana y otros setenta niños (de 3 a 17 años) de seis municipios de la llanura de Aunis (Périgny , Saint-Rogatien, Montroy, Clavette, Bourgneuf y Dompierre-sur-Mer) hicieron analizar muestras de cabello y orina en el laboratorio de toxicología y farmacovigilancia de un hospital universitario. Los resultados se presentarán el sábado 12 de octubre durante una reunión pública tras una marcha organizada en La Rochelle pidiendo “una verdadera transición agrícola” y a “un plan de salida para los pesticidas sintéticos”.
Pesticidas prohibidos
El mundo y Franceinfo tuvo acceso a los resultados. Se encontraron catorce moléculas diferentes en la orina y cuarenta y cinco en el cabello, y hasta seis (en la orina) y diez (en el cabello) por niño. Todos muestran rastros de pesticidas. Algunas son particularmente preocupantes. Así, la ftalimida, detectada en la orina de más del 15% de los niños: esta molécula es producto de la degradación del folpel, un fungicida clasificado como cancerígeno, mutagénico y posiblemente reprotóxico por la Agencia Europea de Sustancias Químicas. Así, también la pendimetalina, presente en el 20% de las muestras de cabello. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) asocia este herbicida, muy utilizado en cultivos de cereales, a riesgos de cáncer (pancreático y colorrectal).
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