RESEÑA – Para su primera exposición dedicada al pintor impresionista, el museo, en coproducción con el Museo Getty y el Instituto de Arte de Chicago, reúne una selección excepcional de obras. El título es “Pintando hombres”, un sesgo que trae al tema tesis del género.
En Billar, juega una figura masculina, pero ni la cola ni las bolas están pintadas. De este trabajo que nos ha llegado inacabado podemos deducir lo que queremos. O nada…
Para su primera monografía dedicada a Gustave Caillebotte (1848-1894), el Museo de Orsay, bajo la influencia de sus socios coproductores americanos, ha optado por estudiar la “masculinidad” del pintor. Habiendo vuelto el impresionista a la actualidad con la adquisición de su fiesta en barco para Orsay en 2022 y, el año anterior, con la compra de su Joven en su ventana por el Museo Getty de Los Ángeles.
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Saludemos en primer lugar este encuentro en 144 obras y documentos. Color ladrillo armonioso para los interiores y pantalones más rubios del IIImi República, gris azul del cielo para el teatro de las calles de París, berenjena para el copioso montaje de los retratos, verde suave para los navegantes y finalmente blanco para las velas de la regata, las salas –diez espacios cronotemáticos– resultan ser espléndido…
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