Un garrote que se levanta de dos duros golpes. En la última jornada de la liga francesa 2023-24, el Lille dependía de sí mismo para asegurar el tercer puesto y así evitar tener que disputar dos rondas preliminares de la Liga de Campeones. Se enfrentaron al Niza y llegaron al minuto 90 ganando 2-1. En el tiempo añadido concedieron el empate y, tras el pitido final, varios jugadores del equipo norteño cayeron al terreno de juego con claras muestras de desesperación. No habían logrado su objetivo, complicando su camino hacia la competición continental. Unos días más tarde, el club anunció la marcha del técnico portugués Paulo Fonseca, que había dejado su huella en sus dos años al mando, trasladándose pronto a Milán la semana siguiente. El Lille tuvo que rearmarse rápidamente para estar preparado para los partidos de clasificación europea. Eligieron a Bruno Génésio, ex entrenador del Lyon y Rennes, para tomar el mando. Con el primero alcanzó las semifinales de la Europa League y con el segundo consiguió dos cuartos puestos consecutivos en la Ligue 1. Su debut como sustituto de Fonseca no pudo haber sido mejor: eliminó al Fenerbahçe de José Mourinho y al Slavia Praga. asegurando así un lugar en la fase de grupos de la Liga de Campeones. Sin embargo, desde entonces, el equipo ha mostrado una cara más inconsistente. Actualmente ocupa la quinta plaza de la clasificación francesa, habiendo ganado tres partidos en seis jornadas (la última de ellas con una clara victoria por 0-3 en Le Havre, con un hat-trick del canadiense Jonathan David). Su derrota por 2-0 ante el Sporting en Lisboa en la jornada inaugural ya les sitúa en una posición de urgencia en el torneo europeo.
Los peligros son David y Zhegrova. Esto se nota al verlos jugar y lo corroboran las estadísticas. Los dos jugadores más en forma del Lille son el delantero centro Jonathan David y el extremo kosovar Edon Zhegrova, que actúa desde la banda derecha buscando rematar con el pie izquierdo. Juntos han marcado los últimos ocho goles del equipo: cuatro cada uno. El balcánico es más fino y técnico, mientras que el canadiense destaca por su capacidad de creación de espacios y su remate. Con el influyente islandés Hákon Arnard Haraldsson fuera de juego por lesión, la otra posición de ataque la ocupa el noruego Osame Sahraoui, que llegó este verano procedente del Heerenveen holandés.
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