François Ozon presenta su próxima película en Aix

François Ozon presenta su próxima película en Aix
François Ozon presenta su próxima película en Aix
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Las setas son un fenómeno habitual en la literatura y el cine, a veces por razones nada desdeñables. Sacha Guitry ya había inaugurado la Memorias de un tramposo por esta famosa frase: “Éramos doce en la mesa. De repente, un plato de champiñones me dejó solo en el mundo”.

Y recientemente, Alain Guiraudie ha concedido a estos mismos hongos un lugar destacado en la estructura narrativa de su película. Merced que fue propuesta a los habitantes de Aix durante un reciente preestreno en el cine Mazarin.

Además, el propio título de la película, obra del director, que había basado su guión en pasajes de su novela Rabalaire Podría ser un buen ejemplo de la nueva película de François Ozon, que trata sobre el perdón, la resiliencia, los lazos familiares fuertes y a veces tensos, un tema que se encuentra en muchas de sus películas.

Un largometraje profundo y amplio

Presente por séptima vez en Aix, vino a presentar una de sus obras, acompañado por la actriz Ludivine Sagnier, que hizo cuatro películas con él. François Ozon, claramente situado del lado de Maupassant y Simenon, ofrece primero con Cuando llega el otoño Un thriller sutil y poco convencional.

El espectador tendrá que rellenar los huecos que deja el guión y hacerse una idea de lo que realmente ocurrió, de los motivos de la muerte de Valérie (Ludivine Sagnier), la hija de Michelle (Hélène Vincent), una abuela que parece no tener historia pero que esconde pesados ​​secretos. Habiendo encontrado en su vecina y amiga Marie-Claude (Josiane Balasko) una hermana del corazón, intenta superar con garbo la melancolía que la corroe.

Cuando su hija Valérie viene a visitarla el día de Todos los Santos y deja a su hijo Lucas para pasar una semana de vacaciones, cree que va a vivir un otoño soleado.

Pero nada sale como estaba previsto: desde las misteriosas acciones del hijo de Marie-Claude (Pierre Lottin) hasta la doble investigación dirigida por una policía empática que incluye hongos, muertes sospechosas y mentiras a raudales. Michelle ve así cómo su mundo se derrumba pero también renace.

“Quería filmar la belleza de las arrugas y retratar a mujeres mayores”, “Es una película muy especial, pero no una película de suspense”, confiesa François Ozon, elogiando el magnífico trabajo de sus dos actrices principales, Hélène Vincent, excepcional, y Josiane Balasko, igualmente conmovedora, como nunca la habíamos visto en el cine. Insistiendo en la felicidad de haber reencontrado a François Ozon y de haber trabajado con estas dos grandes actrices, Ludivine Sagnier recordó que ya había interpretado a heroínas más empáticas que su personaje Valérie.

François Ozon, que nunca ha hecho la misma película, fue felicitado por un espectador por haber vuelto a desarrollar sus temas narrativos habituales, como la relación abuela-nieto, como fue el caso en su película. El tiempo que quedao la manera en que los padres se desvanecen o son desvanecedos en el corazón de sus tramas, pero también la muerte, que aquí nunca es morbosa.

«Gracias, querido François Ozon, por haber evocado en tu bella película el sufrimiento de los abuelos privados de sus nietos.»lanzó a este espectador, muy emocionado. Un bello largometraje lento, profundo y amplio asimilado por otro espectador como tal vez “El Ozon más bonito fabricado hasta ahora”. En cines el 2 de octubre.

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