Burkina Faso, el segundo mayor exportador mundial después de Nigeria, ha decidido suspender las exportaciones de nueces de karité para promover el procesamiento local.
Burkina Faso ha suspendido “hasta nuevo aviso” sus exportaciones de nueces de karité, de las que el país es el segundo mayor exportador mundial, para favorecer el procesamiento local, según un comunicado del gobierno publicado el viernes. Burkina Faso está gobernado por una junta militar que tomó el poder en septiembre de 2022 mediante un golpe de Estado y que ha hecho de la soberanía nacional una de sus prioridades, sobre todo en el plano económico.
El gobierno burkinés decidió “suspender la exportación de nueces de karité en todo el territorio nacional hasta nuevo aviso”, una decisión que entró en vigor el miércoles, escribieron en un comunicado conjunto el ministro de Comercio, Serge Poda, y el ministro de Economía, Aboubacar Nacanabo.
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“Esta suspensión tiene como objetivo poner a disposición la almendra de karité utilizada como materia prima por las unidades de procesamiento industrial a nivel nacional para alinearse con la dinámica del gobierno destinada a apoyar el desarrollo de nuestras industrias nacionales”, justificaron. El miércoles, el gobierno también había decidido una exención de impuestos sobre las ganancias de la producción de harina de trigo, maíz, sorgo y otros cereales de producción local.
600.000 toneladas
Con una producción anual de 600.000 toneladas, el sector del karité reportó a Burkina Faso, segundo mayor exportador mundial después de Nigeria, unos 60 millones de dólares en 2019, según cifras oficiales. Las nueces de karité crecen en un árbol y algunas de ellas se transforman en mantequilla que se consume en todo el mundo, mezclada con chocolate, margarina o aceites.
En África se ha utilizado siempre por sus propiedades nutritivas para la piel y los gigantes de la industria cosmética cada vez se interesan más por él.
