Es un barómetro que dice mucho sobre las preocupaciones de los franceses. Preocupados por el calentamiento global, angustiados por la pérdida de su poder adquisitivo, perturbados por el cierre de los servicios públicos y asustados por las guerras que se desarrollan a las puertas del país, los habitantes de nuestro país no lo están pasando muy bien. Esto es lo que se desprende globalmente del último Barómetro Territorial elaborado por Elabe y el Instituto Montaigne con la SNCF.
Realizada por tercera vez, esta encuesta se realizó entre 10.000 personas de las doce regiones metropolitanas. Su conclusión no es muy emocionante. “El Covid marcó la entrada a una nueva era, la de la “policrisis”. Las crisis sanitarias, geopolíticas, climáticas, políticas, presupuestarias, inflacionarias y la sensación de inseguridad galopante se acumulan”, explican los autores, que precisan que “los franceses se sienten vulnerables en una Francia percibida como impotente”. Un poco plomizo. Pero en medio de esta crisis ambiental, hay motivos para encontrar esperanza. Para ello, debemos ir al oeste de nuestro país y llamar a la puerta de Bretaña. “Si buscas un poco de diversión, haz un viaje a Lambé”.
La península ostenta con bastante facilidad el título de “la región más optimista de Francia”, con un 64% de los encuestados diciendo que son “optimistas para el futuro” de su región. En segundo lugar se encuentran Pays-de-la-Loire (56% de los encuestados) y Auvergne-Rhône-Alpes (54%). Por el contrario, el 47% de los habitantes de Altos de Francia se muestran pesimistas sobre el futuro de su región.
Un contexto laboral mucho más favorable
Para intentar explicar por qué los bretones están tan entusiasmados, debemos fijarnos en algunos datos recogidos en este barómetro. En primer lugar, el 85% de los residentes dicen estar “apegados” a su región y creen que es “bueno vivir en ella”. Casi uno de cada diez bretones se siente “seguro” en su casa y que hay ayuda mutua entre los residentes, aunque existen disparidades según se viva en Rennes o en el interior del Finisterre. El miedo a las consecuencias del calentamiento global y su impacto en nuestras vidas también es menor en Bretaña que en el sur de Francia.
Para medir el optimismo de los franceses, también es bueno observar el desempeño económico de su región. Según el barómetro, el 60% de los habitantes de Occitania y el 57% de los habitantes de Alta Francia creen que es “difícil encontrar trabajo”. E inevitablemente pesa mucho sobre su moral. Una cifra que cae al 36% en Pays-de-la-Loire y al 38% en Bretaña, donde las tasas de desempleo son las más bajas de Francia. Dos regiones que encontramos en la cima del optimismo.
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