El rugby a siete fue una de las disciplinas emblemáticas de los Juegos Olímpicos de París 2024.
El rugby a siete ha disfrutado de una nueva y creciente popularidad y exposición desde hace algún tiempo. Varios meses antes de los Juegos Olímpicos, donde la disciplina está presente desde 2016, el entusiasmo ya era palpable y las posibilidades francesas de medallas, importantes, tanto para hombres como para mujeres, habían dado impulso a la disciplina. Este llamamiento mediático tampoco es ajeno a la presencia entre los blues del mejor jugador de rugby del mundo, Antoine Dupont.
Su presencia en la selección francesa de rugby a siete en los torneos de Vancouver y Los Ángeles, mientras que sus compañeros del XV francés remaban en el Torneo de las Seis Naciones, habían dado protagonismo mediático a esta disciplina más confidencial. Sobre todo porque los franceses tuvieron un buen desempeño al ganar el torneo en Los Ángeles y terminar terceros en Canadá. Y quizás sea este entusiasmo el que permitió a los Bleus ganar la medalla de oro en París.
Pero más allá de Antoine Dupont, hubo otros jugadores importantes en esta selección de la VII francesa. Jefferson-Lee Joseph es notablemente uno de los jóvenes prospectos que cuentan. Nacido en Guadalupe, el lateral se formó como “quinziste” (también jugador de rugby) en Agen, en Lot-et-Garonne. También eligió su número de camiseta, el 47, por este departamento. Sin embargo, la historia de Jefferson-Lee Joseph también está ligada a la música.
De hecho, es hijo de Jeff Joseph, famoso cantante guadalupeño del grupo Gramacks. Si su nombre no es necesariamente muy conocido en Francia continental, Jeff Joseph, fallecido en 2011, fue especialmente popular en las Indias Occidentales. “Cuando vuelvo a las Indias Occidentales, la gente vuelve a hablarme de mi padre, de lo que hizo”, explica Jefferson-Lee Joseph. Su padre también colaboró con el grupo funk neoyorquino “Kool and The Gang” durante su carrera en solitario.
Si Jefferson-Lee Joseph está ahora totalmente centrado en el rugby a siete, espera volver algún día al rugby a quince. También tiene contrato con Agen. “Me gustaría no perder la pista y volver a cambiar pronto, aunque sé que habrá un tiempo de adaptación, por supuesto”, explica el jugador de la selección de Francia. Una adaptación que podría conducir a un sueño: unirse algún día al XV francés, “el objetivo de todo jugador de rugby”, según él.
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