El príncipe Andrés, agitado por sus vínculos con un empresario chino sospechoso de espiar para Pekín, no se unirá al resto de la familia real en Navidad, informaron el lunes medios británicos. El Gobierno británico también ha expresado su “preocupación” por las acciones de Pekín, en reacción a las sospechas contra este empresario vinculado al duque de York, título de príncipe Andrés.
El hombre se había vuelto cercano a Andrés hasta el punto de ser invitado a su cumpleaños en 2020 y estaba autorizado a actuar en nombre del príncipe para buscar posibles inversores chinos. Este último aseguró el viernes que había “cesado todo contacto” con esta persona “en cuanto surgieron preocupaciones”, añadiendo que “no se discutió nada delicado” entre ellos.
Andrew, el tercero de cuatro hijos de la reina Isabel II y el príncipe Felipe, anteriormente cayó en desgracia debido a su cercanía con el financiero y criminal sexual Jeffrey Epstein, quien se suicidó en prisión. Fue privado de sus títulos militares a principios de 2022 tras acusaciones de agresión sexual a una joven de 17 años, Virginia Giuffre, un caso que acabó con un acuerdo económico.
Andrés lleva varios años alejándose de la familia real. El año pasado, sin embargo, asistió con su exmujer Sarah Ferguson y sus dos hijas Beatrice y Eugenie a las celebraciones navideñas en la residencia real de Sandringham (al este de Inglaterra). Esta vez, presionado por este nuevo escándalo, el príncipe se mantendrá alejado y estará ausente como “Fergie” de las festividades familiares.
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