Se rindió un distinguido homenaje al actor y director estadounidense Sean Penn, el sábado por la noche, en el 21º Festival Internacional de Cine de Marrakech (FIFM 2024), por toda su carrera en la industria cinematográfica. Llevado por una mirada comprometida que cuestiona constantemente la situación del mundo, su contribución cinematográfica combina expresiones artísticas y humanistas, a veces políticas, a veces poco convencionales, al servicio de una reflexión sobre lo individual y lo colectivo, todo ello con un extraordinario talento dramático. par.
Hijo de la actriz Eileen Ryan y del actor y director Leo Penn, el natural de Santa Mónica (California) creció inmerso en el mundo del cine, en un contexto marcado por la Guerra Fría. Su padre, ex piloto durante la Segunda Guerra Mundial, fue excluido del mundo artístico bajo el macartismo por negarse a dar nombres. Baste decir que el séptimo arte y la política fueron dos mundos que presenciaron la evolución del “niño terrible de Hollywood”.
En la pantalla, detrás de la cámara o en la producción, la estrella dos veces ganadora del Oscar ha dejado su huella en generaciones de cinéfilos con papeles cada vez más densos, ya sea el de un preso condenado a muerte en “La última marcha” (Tim Robbins, 1995). , un falso guitarrista de jazz en “Chords and Disagreements” (Woody Allen, 2000), un padre soltero con discapacidad en “Sam I am Sam” (Jessie Nelson, 2002), o incluso “rey” del crimen en Boston en “Mystic River” (Clint Eastwood).
Sean Penn / Doctorado FIFM
Esta película supuso también el primer Oscar al mejor actor para Sean Penn en 2003. Duplicó las apuestas en 2009, gracias a su papel de concejal municipal en “Harvey Milk” (Gus Van Santa).
Deseoso de poner los temas humanos al servicio de la estética del séptimo arte y viceversa, Sean Penn explica hacer cine “porque[il a] la impresión de que hoy la gente se aísla en sus miedos, sus luchas y su dolor. “Quiero ayudarlos mostrándoles en la pantalla que otras personas sienten lo mismo y que nunca estamos completamente solos”, dijo en sus entrevistas televisivas ya en los años 1990.
El cine a contracorriente de la corrección política
Celebrando su carrera artística en el Palacio de Congresos de Marrakech, durante un homenaje al FIFM 2024, Sean Penn dijo que era “muy afortunado de ser distinguido aquí”. “Permítanme agradecer a Su Majestad el Rey Mohammed VI, a Su Alteza el Príncipe Moulay Rachid, así como a la directora del festival, Mélita Toscan Du Plantier, a mi amiga Valeria Golino, al público presente en esta sala, así como a los 37 millones de marroquíes que nos rodean. ”, declaró emocionado el actor al recibir su distinción de manos de la actriz italiana.
Doctorado FIFM
Sean Penn aprovechó la oportunidad para recordar la importancia de seguir enriqueciendo la diversidad del cine, en respuesta a la corrección política. “Para quienes me conocen, saben que nunca pierdo la oportunidad de expresar una opinión, y la tengo con respecto a este festival que reúne a personas en la diversidad de sus talentos”, dijo.
“Es nuestro papel expresar nuestra diversidad en un sentido positivo, en contra de la corrección política (…) en la crítica de lo que le ha sucedido al liberalismo en Estados Unidos y en otras partes del mundo. Por eso llamo a todos a ser tan políticamente incorrectos como les diga su corazón. Continuar escribiendo y contando historias para enriquecer esta diversidad”.
Sean Penn en el FIFM 2024
Además, premio al mejor actor en el Festival de Cannes en 1997 por “She’s So Lovely” (Nick Cassavetes), Sean Penn se distinguió también como director, fuertemente inspirado en el mosaico cultural americano y al mismo tiempo abierto al mundo. . Cada una de sus aportaciones al cine se ha convertido así en una celebración de la diversidad que siempre defiende. En 1991, confirmó esta marca como cineasta de renombre, con “The Indian Runner”, basada en la canción “Highway Patrolman” de Bruce Springsteen y una leyenda india sobre el rito de paso a la edad adulta.
En la misma línea, Sean Penn lo volvió a hacer con “Crossing Guard”, donde dirigió a Jack Nicholson en 1995. Desde 2007, su película “Into the Wild” ha tenido éxito mundial. Mientras tanto, dirigió “The Pledge” (2001), o se distinguió en la pantalla y detrás de la cámara en “Flag Day” (2021).
El secreto de su éxito reside en la ecuación de “absorber” su personaje, “sin quedar totalmente imbuido de él”, pero lo suficiente como para meterse en la piel de un papel con interpretación natural.
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