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Por el planeta, Shaka Ponk se “despide” de sus fans con conciertos finales

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Después de veinte años de carrera, el loco grupo de electro-rock dará sus últimos conciertos hasta el sábado en París antes de retirarse, una decisión tomada de acuerdo con sus convicciones ecológicas.

“Es el fin”: después de veinte años de loco electro-rock, Shaka Ponk ofrece sus últimos conciertos hasta el sábado en París antes de su extinción prevista, una decisión radical tomada de acuerdo con las convicciones ecológicas que los miembros del grupo pretenden continuar defender.

Pronto las guitarras vibrarán con sus últimos acordes y el mono Goz, la mascota virtual, emprenderá el camino hacia otros horizontes. Así lo decidieron los seis integrantes humanos de Shaka Ponk, luego de una gira de más de 60 fechas que reunió a más de 1,5 millones de espectadores. “The Final F* Up tour” finaliza con cuatro fechas con entradas agotadas en el Accor Arena.

“Es como decir adiós”, dijo a la AFP Samaha Sam, reunida en la guarida histórica del grupo, en el corazón de la capital. “Estamos al 1.000% pero con muchas emociones. Eso es lo que más siento”.

“Y un poco de ansiedad también…”, repite Frah, otra voz de Shaka Ponk, evocando un “tira y afloja complejo, psicológico y emocional” en esta decisión que, sin embargo, consideraron cuidadosamente.

“Nos encontramos en una situación paradójica, en la que dejamos de hacer lo que nos gusta hacer, cuando iniciamos este grupo, nunca lo hubiéramos imaginado”, añade.

Un último espectáculo retransmitido en cines en abril

Pero el der des ders no puede ser sólo sinónimo de lágrimas y nudos en el estómago: Shaka Ponk quiere demostrar hasta el final su energía electro-rock, tendencia punk, que siempre le ha caracterizado.

El grupo, que explotó en 2011 con el álbum Los frikis y los calcetines Jerkin’ – tercera obra incluyendo los éxitos Soy quisquilloso, bola sexual y mi nombre es mancha -, fue diseñado sobre todo para presentaciones en vivo. Razón de más para hacer de este final una gran celebración compartida con el público.

Para los fans que no puedan asistir, el último concierto se retransmitirá en los cines durante una única proyección el 3 de abril. Y su último álbum, Shaka Ponkacaba de ser publicado en una reedición enriquecida con material inédito. El grupo denuncia “una falta de sentido” (D’esencia) y llama a unirse a la lucha (Renunciar) junto a ellos.

“Una actividad profesional contaminante”

“Shaka” nunca ha ocultado sus profundos valores ecológicos y sociales. “Creo que lo que nos une es también la necesidad de estar en sintonía con nuestras convicciones. En un momento dado, es complicado decir a la gente que respete el planeta, cuando uno mismo tiene una actividad profesional que es contaminante”, observa Samaha Sam.

A pesar de sus esfuerzos por hacer su gira “lo más ecorresponsable posible”, desde la búsqueda de plásticos hasta la comida vegana, pasando por el rechazo de determinadas marcas no compatibles con su posicionamiento, el grupo se ha topado con el impacto medioambiental del desplazamiento de miles de personas. de espectadores, un parámetro clave pero inmutable.

Su concepto inicial, el del mono que explica al hombre la ineptitud de una felicidad que reside en el “consumo excesivo y la elevación social”, poco a poco pareció desfasarse de su éxito en la industria musical.

“Es una especie de fracaso en el sentido de que no tenemos una solución y mientras no la haya, paramos”, resume Sam, quien precisa que esta elección es “suya” y que no lo es. Se trata de señalar con el dedo a otros artistas.

“Tenemos que dejar la guitarra e intentar ayudar a los bomberos”

Si cada miembro es libre de decidir sobre sus proyectos de futuro, Frah y Samaha Sam pretenden invertir más tiempo en favor de la “conciencia”, convencidos de que todavía hay “cosas que crear”, soluciones que inventar, especialmente en el sector del entretenimiento, y una “palabra pública” que se escuche, en particular a través de la caja de resonancia de las redes sociales.

¿Detendrán la música por completo? “Creo que la música, en definitiva el arte, nos permite transmitir mensajes importantes”, afirma Samaha Sam. Por su parte, Frah es más claro: “Tenemos que dejar la guitarra e intentar ayudar a los bomberos. volverse más urgente”. Este compromiso se llevará a cabo a través de The Freaks, un colectivo que han creado, formado por artistas y personalidades movilizadas por el planeta.

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