Después de ser omnipresente durante el final de la campaña republicana, el hombre más rico del mundo se quedó y fue designado para encabezar una comisión que reclamaría un recorte del gasto público. Pero los desacuerdos sobre cuestiones de fondo y las personalidades de los dos hombres podrían causar revuelo en su incipiente romance.
Personalidades en competencia
Jefe de X, Tesla y SpaceX, Elon Musk es conocido por su obsesión por el trabajo y reivindica un estilo de gestión “incondicional”. Desde las fábricas hasta los consejos de administración, no duda en realizar despidos bruscos o insultar en público la inteligencia de sus empleados. Donald Trump, cuyo lema es desde hace mucho tiempo “estás despedido” cuando presentó el programa The Apprentice, exige lealtad absoluta a sus allegados y no duda en enfrentarlos entre sí, según sus antiguos asesores.
Según el sitio de noticias Axios, la semana pasada estalló una discusión entre Elon Musk y Boris Epshteyn, miembro del equipo de transición. El sábado, Elon Musk decidió poner a prueba su influencia apoyando a Howard Lutnick, director ejecutivo del banco de inversión Cantor Fitzgerald, como candidato a secretario del Tesoro.
Cambio climático y transición energética
Tras haber entrado en el capital de Tesla en 2004, en parte debido a sus preocupaciones sobre el calentamiento global, Elon Musk abandonó en 2017 el comité de líderes empresariales que asesoró a Donald Trump durante su primer mandato, cuando este último retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París.
“El cambio climático es real. Dejar (el) Acuerdo de París no es bueno para Estados Unidos ni para el mundo”, escribió en Twitter. Desde entonces, matizó sus comentarios, afirmando en un intercambio con Donald Trump transmitido en X durante la campaña que “si en 50-100 años somos mayoritariamente sostenibles, creo que todo estará bien”. Abiertamente escéptico sobre el clima, Donald Trump debería retirar una vez más a su país de este acuerdo destinado a limitar el calentamiento.
Elon Musk hizo parte de su fortuna con la venta de coches eléctricos, pero también invirtió en el desarrollo de baterías y paneles solares, mientras que Donald Trump apuesta por el sector de los combustibles fósiles, en el pasado ridiculizado por el jefe de Tesla. Donald Trump ha nombrado Secretario de Energía a Chris Wright, director ejecutivo de Liberty, un notorio escéptico climático, con una hoja de ruta para desregular el sector para permitir la apertura de nuevos sitios.
Sierra
Donald Trump amenaza con aumentar drásticamente los derechos de aduana sobre los productos chinos, a riesgo de provocar una nueva guerra comercial con Pekín. China es un mercado importante para Tesla, que tiene una enorme fábrica allí destinada a competir con la producción nacional de vehículos eléctricos. Hasta ahora, Elon Musk ha tenido cuidado de no criticar a los líderes chinos, a diferencia del futuro Secretario de Estado designado por Trump, Marco Rubio.
“Eficiencia” gubernamental
Conocido por recortar los gastos de sus propias empresas, Elon Musk se ha encargado de reducir los del estado federal. Pero reducir los costos podría resultar más fácil de decir que de hacer, ya que algunos funcionarios electos republicanos ya han expresado su renuencia a revertir programas útiles para su reelección.
Gran tecnología
El riesgo de conflicto de intereses es grande en el sector tecnológico, con Elon Musk acumulando rivalidades en Silicon Valley. ¿Qué pasaría en caso de fusión entre Donald Trump y OpenAI? Elon Musk ayudó a lanzar el especialista en inteligencia artificial hace una década, pero la ruptura fue tumultuosa y culminó con la creación de su propia empresa xAI.
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