La familia real británica vuelve a ser objeto de una investigación sobre los ingresos y bienes de Carlos III y el príncipe Harry. Ahora rechaza la culpa.
Las recientes revelaciones de canal 4 un tu Horario del domingo arrojar luz sobre prácticas controvertidas relativas al patrimonio del rey Carlos III un tu Príncipe Guillermo. Estos últimos ganan millones de libras alquilando terrenos para servicios públicos y beneficiándose de exenciones fiscales. Esta situación alimenta una controversia sobre la transparencia y equidad de los privilegios financieros de la familia real.
Ganancias sin impuestos
Los ducados de Lancaster, pertenecientes al rey. Carlos IIIy Cornwall, en manos del Príncipe heredero Guillermoestán en el centro de esta controversia. Estas propiedades, valoradas en alrededor de £1.800 millones, generan importantes ingresos anuales, con ganancias que alcanzaron los £50 millones el año pasado. Sin embargo, los fondos provenientes del alquiler de terrenos a instituciones públicas no están sujetos a las mismas obligaciones fiscales que los negocios tradicionales. Esta exención fiscal ha suscitado críticas, en particular por parte de Norman Baker, ex diputado liberaldemócrata. Según él, los beneficios generados por las tierras de la Corona deberían ir al Crown Estate, cuyos ingresos normalmente benefician al Tesoro. Considera estas prácticas como “estafa” y pide más transparencia sobre los ingresos de la familia real.
La cuestión de la transparencia
En respuesta, la familia real afirma que los ingresos de los ducados financian actividades públicas y caritativas, además de sus gastos personales. Históricamente, estos ducados producían pocos ingresos, pero hoy, gracias a su intensa gestión, se han convertido en activos considerables. Como ejemplo, Guillermo ha firmado un acuerdo de £37,5 millones y 25 años con el Ministerio de Justicia para arrendar terrenos en la prisión de Dartmoor, una asociación criticada por ser en gran medida privada. Para algunos observadores, esta situación no es nueva. Durante décadas, la familia real ha sido objeto de críticas por la vaguedad en torno a sus exenciones fiscales y sus ingresos. En 2006, una comisión parlamentaria ya examinó la falta de control fiscal de las propiedades reales y pidió una reforma de la gestión de las finanzas del ducado de Cornualles. Hoy, voces como la de Graham Smith, líder del grupo antimonárquico Republic, denuncian lo que perciben como una búsqueda de beneficios en detrimento del interés público.
Fuente : Europa1
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