Alrededor de la mesa hay 22 invitados, de entre 19 y 32 años, procedentes de todo el país. Este miércoles 6 de noviembre de 2024 reciben al príncipe heredero Haakon y a la princesa heredera Mette-Marit de Noruega. Por una vez, los fotógrafos pudieron cruzar las puertas de la mansión Skaugum, su residencia oficial en las afueras de Oslo, donde tenía lugar el evento: una cena a favor de la salud mental. “El tema del Día Mundial de este año [le 10 octobre, ndlr] Había que tomarse el tiempo, precisa el palacio. Tómate 8 minutos cada día para hablar con alguien que, según tú, pueda necesitarlo. Así que deja espacio para la libertad de expresión donde todos puedan expresarse, sin juzgar.
“Están aquí hoy porque son expertos, saben lo que les funciona”, insistió la Princesa Heredera en sus palabras introductorias. Lo que es bueno para uno de ustedes puede ser una fuente de inspiración para otro. Quizás, juntos, podamos crear una solución. espacio un poco más grande, donde nos sentimos seguros para hablar de lo difícil. Palabras que resuenan, cuando menos, de forma extraña después del caótico verano vivido por la familia real y, en particular, del “asunto Marius”, el escándalo en el que se vio sumido Marius Borg Høiby, el hijo mayor de Mette-Marit. Acusado de violencia por tres mujeres –entre ellas dos ex novias, Nora Haukland y Juliane Snekkestad– y de amenazas de muerte por una cuarta persona, el joven de 27 años arriesga mucho.
La investigación aún está en curso. El drama judicial, salpicado cada semana de revelaciones embarazosas, continúa empañando la imagen de la institución, que ya está en caída libre en los sondeos con el matrimonio de la princesa Märtha Louise y el chamán Durek Verrett. Sobre todo porque, para asegurar su defensa, Marius Borg Høiby no dejó de invocar sus problemas de adicción… ¡y sus trastornos psicológicos!
En este contexto, la cena en Skaugum no dejó de suscitar interrogantes entre los noruegos. La elección del lugar es cuanto menos sorprendente… Porque hace poco la prensa sensacionalista reveló que Marius organizaba aquí fiestas alcohólicas a las que acudía muy mala gente. Esta secuencia tiene, al menos, el mérito de mostrar que la princesa heredera -que padece un mioma pulmonar- está nuevamente lista para cumplir con algunas de sus obligaciones. De baja por enfermedad desde el 23 de octubre, reapareció en buena forma, escuchando los diferentes testimonios, deseosa de saber más sobre sus interlocutores. Sin embargo, tendrá que tomar precauciones antes de un invierno que promete ser duro. Y romper el hielo con la opinión pública que podría darle la espalda.
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