4.300 personas se reunieron este domingo 19 de enero, según la prefectura, para marchar contra el aborto.
Cincuenta años después de la ley del Velo, varios miles de opositores al aborto se manifestaron este domingo 19 de enero en París en el marco de la “marcha por la vida”, que también pretende denunciar la voluntad de relanzar el debate parlamentario sobre la ley relativa al fin del vida.
“Aborto, ya basta, marchamos por la vida”, “eutanasia, ley del desacato”: entonando estas consignas, la procesión de esta manifestación, por iniciativa de activistas pertenecientes a las filas católicas conservadoras, sale a las 14 horas de Place du Trocadéro, en el oeste de la capital.
Al inicio de la manifestación, una decena de activistas del colectivo feminista NousToutes exhibieron una pancarta que decía “los antiabortistas tienen las manos manchadas de sangre” antes de ser exfiltradas por los servicios de seguridad.
Si las normas que rigen el aborto se han relajado desde 1975 y si “la libertad garantizada a las mujeres” de recurrir al aborto se incluyó en la Constitución en 2024, las asociaciones feministas están alarmadas por un derecho todavía “frágil” y denuncian “ataques regulares” de sus oponentes.
“50 años de derrotas políticas”
La procesión “Marcha por la Vida” reunió a 4.300 personas, según la jefatura de policía. Los organizadores afirmaron que había 15.000 participantes. El evento se organiza cada año en torno al aniversario de la ley aprobada por Simone Veil sobre la interrupción voluntaria del embarazo (aborto) y promulgada el 17 de enero de 1975.
Hablando desde un podio sobre el cual una pancarta proclamaba “50 años de defensa de la vida” y donde estaba tachado “50 años de derrotas políticas”, el presidente de la Marcha por la Vida, Nicolas Tardy-Joubert, dijo que no tenía “miedo de decir que el aborto es la primera causa de muerte en Francia para la especie humana”.
“Hace cincuenta años se promulgó la Ley del Velo que despenalizó el aborto. Esta ley provocó grandes pérdidas humanas y provocó la muerte y la exclusión de más de 10 millones de bebés de la sociedad francesa”, dijo a la multitud antes de que guardaran un minuto de silencio.
Además de oponerse al aborto, los organizadores de la “marcha por la vida” piden, como el año pasado, una ecografía obligatoria a partir de la sexta semana de embarazo, que permita “escuchar los latidos del corazón del feto”, o incluso tres Período de reflexión de -días antes de cualquier aborto.
También llaman a “fomentar el parto bajo X” y a defender “el derecho absoluto a la objeción de conciencia del personal sanitario y a proteger la cláusula de conciencia específica”.
Rechazo a cualquier legalización del suicidio asistido
Otro tema que también figura en el orden del día de la manifestación es el rechazo a cualquier “legalización del suicidio asistido y de la eutanasia” y la petición de “un gran plan para que los cuidados paliativos sean accesibles” a todos.
“Creo que realmente sería un cambio en la civilización si aceptáramos la eutanasia. Es una forma individualista de ver las cosas”, comentó Maylis, de 54 años, de Yvelines, en la procesión.
Apoyado por el gobierno Attal, un proyecto de ley sobre el fin de la vida pretendía legalizar el suicidio asistido y, en ciertos casos, la eutanasia, con condiciones estrictas y sin utilizar estos términos, prefiriendo hablar de “asistencia activa a la muerte”. Su examen fue interrumpido por la disolución de la Asamblea Nacional.
En su declaración de política general, el Primer Ministro, François Bayrou, no se pronunció sobre este delicado tema, ni sobre el plazo de examen ni sobre el fondo, remitiendo el texto “al poder de iniciativa” del Parlamento.
Según las últimas cifras oficiales, en 2023 se registraron 243.623 abortos, o 8.600 más que el año anterior.