MacKenzie Scott se quedó con la cuarta parte restante de la cartera de Bezos
Por tanto, se temía que Amazon sufriera graves daños económicos. Pero meses de negociaciones entre los dos bandos de abogados dieron como resultado un compromiso. Mientras Jeff Bezos se quedó con las tres cuartas partes de sus acciones, MacKenzie Scott se quedó con la cuarta parte restante de la cartera de Bezos. En aquel momento, estos 400 millones de acciones valían en conjunto 38.300 millones de dólares (36.800 millones de euros). Lo que de repente convirtió a McKenzie Scott en una de las mujeres más ricas del mundo.
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Hay que decir que McKenzie Scott contribuyó al lanzamiento de Amazon, apoyando a su marido a costa de sacrificios durante los primeros años del gigante del comercio electrónico. Ella también fue la primera empleada y estuvo especialmente ocupada envolviendo los primeros paquetes en el garaje de la casa familiar.
El resto de la historia se conoce desde que Amazon se ha convertido en uno de los sitios de comercio electrónico más poderosos del mundo. MacKenzie, sin embargo, nunca persiguió la fortuna. Y es un poco contra su voluntad que, tras la explosión de pedidos durante el confinamiento, habiendo seguido los beneficios y las acciones de Amazon la misma curva, su fortuna casi se ha duplicado.
“Tengo una suma de dinero excesiva para repartir”
Pero mucho antes ya se había comprometido a ayudar a obras de caridad. En mayo de 2019, poco después del acuerdo de divorcio, se convirtió en miembro de “The Giving Pledge”, la organización benéfica del fundador de Microsoft, Bill Gates. Los multimillonarios que se unen a esta asociación se comprometen a donar al menos la mitad de su fortuna durante el resto de sus vidas. Y aunque esa promesa no es legalmente vinculante, Scott emitió un comunicado diciendo que quería ir mucho más allá. “Además de todo lo que la vida me ha dado, tengo una cantidad sumamente grande de dinero para regalar. Mi enfoque hacia la filantropía siempre será reflexivo. Esto requerirá tiempo, esfuerzo y cuidado. Pero no quiero esperar. Y seguiré haciéndolo hasta que la caja fuerte esté vacía”.
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De los 400 millones de acciones de Amazon que adquirió, ha vendido alrededor de 255 millones con fines benéficos en los últimos años. Si MacKenzie Scott es considerado el mayor filántropo, otras personalidades también utilizan su inmensa riqueza para ayudar a numerosas organizaciones benéficas.
Entre ellos, Bill y Melinda Gates quienes, a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, han invertido miles de millones de dólares para combatir enfermedades infecciosas, mejorar la educación y reducir la pobreza. Warren Buffett también ha prometido donar casi toda su fortuna a organizaciones benéficas, y la mayor parte se destinará a la Fundación Bill y Melinda Gates.
George Soros, a través de su fundación Open Society Foundations, ha financiado iniciativas para promover la democracia, los derechos humanos y la justicia social. En cuanto al exalcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, ha donado miles de millones a causas que incluyen la salud pública, la educación y el cambio climático.
