El propio Carlos III es un fanático de las transformaciones. Ferviente ambientalista, ha implementado nuevas iniciativas para defender la causa ambiental, como la ecologización de sus propiedades reales. Pero el rey habla en este momento por una razón completamente diferente. Con las celebraciones de fin de año literalmente a la vuelta de la esquina, Carlos III ha puesto fin a una colaboración con un socio histórico de la corona británica.
Según información de A diario CorreoDe hecho, el rey acaba de conceder mandatos reales a más de 400 empresas. En concreto, si aparecen en la lista de Carlos, tienen derecho a utilizar el escudo real y están certificados como proveedores oficiales de la Corona, durante cinco años. Entre las afortunadas empresas que aparecen en la lista se encuentran las marcas Heinz, Nestlé y Kellog’s, entre otras, según indicó Gala. Otras marcas, por el contrario, han perdido su título. Sorprendentemente, este es el caso de Cadbury, un fabricante de chocolate favorecido por la monarquía desde hace 170 años. Cadbury también era el fabricante de chocolate favorito de Isabel II. La marca le enviaba cajas de bombones todos los años por Navidad. Evidentemente, Carlos III no tiene los mismos gustos que su madre.