En un Hollywood donde la virilidad muscular ha sido durante mucho tiempo el estándar, está surgiendo una nueva generación de actores que redefine los códigos de masculinidad. Se les llama “Noodle Boys”, literalmente “noodle boys”. El apodo no es halagador a primera vista, pero encarna una nueva generación de hombres con un encanto innegable. Estos jóvenes de siluetas delgadas y rasgos a menudo andróginos encarnan una versión de virilidad que se aleja de la fuerza bruta. Timothée Chalamet es seguramente la mejor encarnación, pero también podemos citar a Finn Wolfhard (Cosas más extrañas), Mark Eidelstein (Añora), o incluso Vassili Schneider (Los Condes de Montecristo) y Félix Lefebvre (Verano 85) En Francia. Estos actores no buscan imponer una masculinidad agresiva, sino más bien una imagen de gentileza, fragilidad y vulnerabilidad, sin dejar de ser fascinantes y contemporáneos.
Noodle Boys: una nueva definición de virilidad
Los “Noodle Boys” encarnan a esta nueva generación de actores que están cambiando los códigos de Hollywood, lejos de los héroes musculosos de las películas de acción o de las figuras dominantes de los años 80. En un momento en el que la fragilidad se convierte en una fortaleza, estos actores imponen una fuerza. Belleza singular, caracterizada por siluetas esbeltas y rostros de rasgos delicados. Su apariencia, más cercana a la poesía que a la fuerza bruta, ilustra un profundo cambio en la percepción de la virilidad, donde la introspección y la sensibilidad priman sobre la exuberancia física.
Timothée Chalamet, con su delgadez casi indiferente y su mirada hipnótica, allanó el camino para esta estética en Llámame por tu nombre. Ya no está solo: Paul Mescal, en la serie gente normalo Jacob Elordi, conocido por sus papeles matizados, también contribuyen a esta masculinidad sutil, que combina fragilidad y confianza. Estos actores marcan una clara ruptura con los estándares impuestos, favoreciendo la expresión de emoción sobre la de dominación.
Una revolución cultural en marcha
Si bien íconos como Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone han encarnado durante mucho tiempo una virilidad hecha de músculos y autoridad, los “Noodle Boys” ofrecen una alternativa que atrae a una generación hambrienta de nuevos valores. A partir de ahora, la masculinidad en la pantalla ya no se mide por el tamaño de los bíceps sino por la capacidad de transmitir una suavidad encantadora. El rendimiento físico de Mark Eidelstein en Añora es una lección de comedia física, donde su cuerpo, esbelto y larguirucho, parece doblarse y deformarse de maneras hilarantes, conservando al mismo tiempo un encanto innegable.
Este desarrollo va más allá de los decorados cinematográficos. Refleja un movimiento cultural que desafía la masculinidad tóxica y propone una masculinidad más matizada, donde la vulnerabilidad se convierte en una forma de coraje. Como explica Jeffrey McCune, profesor de la Universidad de Rochester, en Los New York Times : “Existe un deseo real de tener algo más que este tipo de masculinidad blanca agresiva, beligerante y abiertamente depredadora”. Una revolución que, lejos de ser puramente estética, afecta profundamente los códigos de género y sacude los cimientos mismos de lo que significa “ser hombre”.
Entre la androginia y la seducción
Estos jóvenes también encarnan una forma de androginia gentil, que coquetea con los códigos femeninos sin adoptarlos por completo. Su apariencia esbelta y sus finas características son activos que los hacen increíblemente atractivos para un público más amplio, incluido un base de fans Lo femenino cada vez más aficionado a esta nueva imagen de lo masculino. Esta atracción ahora va más allá de los límites del cine. Estos “Noodle Boys” se han convertido en musas de la moda y aparecen en campañas de marcas como Saint Laurent y Chanel. Vimos a Finn Wolfhard, el adorable Mike de Cosas más extrañasposa para Saint Laurent, con el torso apenas cubierto, en una postura a la vez frágil y segura. Asimismo, Paul Mescal causa sensación con sus mini shorts y outfits minimalistas de guccidonde la elegancia y la sencillez se encuentran con esta belleza casi andrógina que llama la atención.
¿Por qué es fascinante esta nueva masculinidad?
La fascinación por estas figuras de fragilidad no es simplemente una cuestión de apariencia. Su atractivo reside en esta idea de masculinidad “retraída”, menos agresiva, menos asertiva y, sin embargo, más cautivadora. Como explica el profesor de cine Drew Ayers en Los New York Timesestos jóvenes obtienen su autoridad de algo más sutil. El poder no proviene de sus cuerpos, sino de su personalidad y su presencia en la pantalla. Este enfoque amable e introspectivo de la masculinidad ofrece una alternativa refrescante a los modelos tradicionales y es lo que atrae a las generaciones más jóvenes, que buscan una versión más honesta y vulnerable de lo masculino.
Un futuro brillante para los “Noodle Boys”
El fenómeno “Noodle Boys” no da señales de desaparecer. En realidad, este fenómeno no es nada completamente nuevo. En los años 90, figuras como Leonardo DiCaprio o Johnny Depp en sus veintes ya encarnaban una estética similar. Más tarde, en Francia, Pierre Niney tomó esta antorcha en la década de 2010. Pero esta nueva ola parece ir mucho más allá de la simple moda o del simple cine. Estos actores tienen su lugar en la gran pantalla, pero también en el imaginario colectivo, donde redefinen la idea misma de lo que significa ser un hombre hoy.