¿Quién tuvo la fabulosa idea de ofrecerte este papel de presentadora de revista de cabaret?
Mónica Bellucci Se trata del productor Dominique Besnehard y del director Marc Fitoussi, con quienes ya había vivido la deliciosa aventura de Diez por cientoen 2018. Pensaron en mí para este personaje que lleva mi nombre, pero que no se parece en nada a mí, ¡ya que cantar y bailar están muy lejos de ser mi medio de expresión favorito! (Risas)
Mónica Bellucci: “Esta gran responsabilidad me estresó mucho.“
Sin embargo, te vemos cantar dos veces, y nos ofreces una escena, rodada en plena calle, digna de un musical…
Sí, y al final me hizo mucha gracia, aunque era lo que más me preocupaba. Bailar es como memorizar un texto, pero aquí se trata de pasos y movimientos que hay que asimilar y medir con precisión. Me sentí mal por haber cometido un error y obligar a los treinta bailarines que me rodeaban a recrear la escena. Esta gran responsabilidad me estresó mucho. ¡Mucho más que cuando subí al escenario del Théâtre Marigny, en París, en 2019, para la obra sobre María Callas! Agradezco a Kamel Ouali, el coreógrafo de la serie, y a todos estos talentosos artistas sin los cuales nada hubiera sido posible.
¿Esto resonó en ti, tú que también evolucionas entre el sueño y la realidad, tu vida como actriz y la de mujer?
Bastante. No voy a decir que es una “lucha”, porque amo mi vida familiar y tengo una gran pasión por mi trabajo. Pero encontrar el ritmo y el equilibrio adecuados no siempre es fácil, porque este trabajo requiere moverse con frecuencia. Cuando mis hijas eran pequeñas era fácil: las llevaba bajo el brazo y se iban conmigo. Hoy es diferente. Léonie tiene casi 15 años y Deva 20 años… Sin embargo, debo estar presente. Pero como todas las mujeres, tengo que tomar decisiones y definir mis prioridades.
Monica Bellucci: “Podemos tener otra forma de existir”
Algunas actrices denuncian la invisibilidad de las actrices mayores de 50 años en el cine. ¿Has experimentado este fenómeno?
Tuve suerte, a los 50 años, de trabajar con directores que me ayudaron a superar el obstáculo. Como Sam Mendes, que me ofreció, en 2015, un papel de chica James Bond en 007 espectroo Emir Kusturica, que me pidió que interpretara una magnífica historia de amor en En la ruta lácteaen 2016. Es una transición difícil, pero inevitable. Servimos entonces de apoyo a las nuevas generaciones, y es una posición que no resulta desagradable. Es normal que ya no sea un estreno joven y que le ofrezcan otro tipo de papeles. Creo que debemos distanciarnos y darnos cuenta de que podemos tener otra forma de existir, en la vida y en la pantalla.