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Es una ruptura que ha dado mucho que hablar. Michèle Bernier y Bruno Gaccio, pareja desde 1982 y padres de una hija llamada Charlotte, nacida en 1987, se separaron en 1997 cuando la actriz, que ahora tiene 68 años, estaba embarazada de su segundo hijo, Enzo. Un duro golpe para este último, que se pronunció sobre esta separación. “Es porque hice mucho psicoanálisis que no entré en un sistema de resentimiento y guerra que significa que nunca termina (…) Realmente tengo mucho respeto por Bruno Gaccio, es un hombre que habrá marcado mi vida aparte de nuestros hijos que son lo más importante por supuesto”confió durante su visita a Una ambición íntimaen 2018.
Bruno Gaccio hizo raras confidencias sobre su ruptura con Michèle Bernier ante el micrófono de France Bleu este año, invitada del programa en lo retro. “Michèle es la mujer más inteligente que he conocido. En el caso de nuestra separación, fui yo la estúpida, así que ella tuvo que ser inteligente para los dos. Se tomó su tiempo. Las primeras veces no estaba muy de acuerdo, pero Fue increíble y hoy ella es mi mejor amiga. Siempre estaré ahí para ella”.explicó el hombre que rehízo su vida con la actriz Anne-Laure Gruet, antes de añadir: “Evitamos los temas enojados y seguimos adelante y luego, cuando hay niños, lo mínimo es decirles que no tienen nada que ver con la separación de dos adultos y que los queremos a cada uno a nuestra manera, a nuestra manera. nuestro propio rincón, pero cuanto más nos vemos, mejor estamos. Siempre nos vemos, todo está bien”.
Enzo Gaccio con gran efecto
Las relaciones cordiales, por tanto, entre los padres de Charlotte, que hablaron de sus gemelos, han provocado un trastorno en su relación recientemente. Activa en Instagram y seguida por más de 140.000 suscriptores, Michèle Bernier acaba de publicar una hermosa foto para un día especial. De hecho, Enzo, el hijo que tuvo con Bruno Gaccio en el momento de su separación, acaba de celebrar su 28 cumpleaños. “Feliz cumpleaños mi amado hijo, 28 años de felicidad”escribió, agregando dos emojis de corazones rojos en la leyenda de una hermosa selfie de ella y su hijo. La oportunidad de comprobar que el joven, que es muy discreto, ha crecido bien y supera ampliamente a su madre.
Una hermosa foto que muestra la encantadora complicidad entre Michèle Bernier y Enzo.