A sus 61 años, la actriz francesa Emmanuelle Béart desvela secretos sorprendentes sobre su relación con el paso del tiempo. Un testimonio refrescante que desafía ideas preconcebidas sobre la edad y la fama.
Emmanuelle Béart siempre ha cultivado su diferencia en el panorama cinematográfico francés. Lejos de dictados y convenciones, el que ha marcado a generaciones de espectadores con Manon de las Fuentes y El hermoso ruido continúa trazando su rumbo con autenticidad. La actriz que acaba de adoptar un nuevo corte rejuvenecedor sorprende una vez más preparando su primera película como directora. Se abre un nuevo capítulo mientras ella posa. una mirada lúcida y sorprendente al paso del tiempoderribando muchas ideas preconcebidas sobre el envejecimiento en la industria del cine.
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“No me importa hacerme mayor, no hago deporte, pero voy a mantenerme en forma“, afirma con esa franqueza que la ha caracterizado desde sus inicios junto a Daniel Auteuil. Una afirmación que destaca en un entorno donde La carrera por la eterna juventud suele reinar y donde las actrices sufren una presión constante ligada a su imagen.. Para ella, el secreto de una vida plena está en otra parte: “Viene por curiosidad.“Una filosofía de vida que hoy lo lleva a explorar nuevos horizontes creativos, particularmente detrás de la cámara, demostrando que nunca es demasiado tarde para reinventarse.
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A Emmanuelle Béart, la actriz de Misión Imposible, “no le gusta la comodidad”
La actriz afirma su necesidad constante de movimiento y renovación, característica que siempre la ha distinguido en el panorama del cine francés. “Instalarme en algo inmutable no es propio de mí.“, confiesa esta mujer que lleva cuatro décadas en el punto de mira, alternando películas de autor con grandes éxitos populares. “Y lo bueno de las edades es que te hacen mover.” A Visión dinámica que la llevó a multiplicar proyectos, tanto artísticos como humanitarios.como su compromiso como madrina de la asociación DETENER la exclusión energética. Esta sed de acción recuerda la energía que ya mostró junto a Tom Cruise en Misión imposibledemostrando que su carrera nunca se ha limitado a las fronteras francesas.
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Esta libertad reclamada se fue construyendo paulatinamente, como un edificio paciente pero sólido. “Me sentí mejor a los cuarenta“, revela Emmanuelle Béart, evocando “una especie de ancla” que se ha ido fortaleciendo con el paso de los años. Un sentimiento que contrasta con la imagen de eterna joven protagonista que se le atribuye desde hace mucho tiempo, sobre todo después de su papel legendario en Manon de las Fuentes. hoy ella abraza cada nueva etapa con serenidad conquistadalejos de los estereotipos que a menudo encierran a las actrices en roles fijados por la edad.
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El tiempo como aliado: la filosofía de vida de una actriz libre
“Es muy hermoso mirar hacia atrás y ver sesenta años de logros detrás de ti.“, confía elactriz con serenidad. “Pasé cuarenta años haciendo cine y teatro, corriendo, querer ser amado, agradar, estar en el deseo de los demás.“Hoy, afirma”este momento de egoísmo necesario para alcanzar la plenitud, esta edad donde encontramos nuestro propio placer.“
Como se informó Galaesta nueva etapa de su vida viene acompañada de una transmisión familiar particulararraigada en un linaje de mujeres fuertes. “Tengo una abuela que murió a los 107 años y mi madre, a los 80, está en muy buena forma. Quizás en mi familia no miramos el paso del tiempo de la misma manera…” A Filosofía heredada que sin duda explica esta relación tan particular con el paso del tiempo.y que se hace eco de la carrera de otras actrices emblemáticas como Catherine Deneuve o Isabelle Huppertque también supo reinventar su relación con la edad en el cine francés.
Editor de Aufeminin desde 2024, Pierre comparte su pasión por el deporte y el bienestar. Siempre atento a las últimas tendencias en salud y fitness, comparte consejos…
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