Después de dos partidos con su padre y los Lakers, el joven prospecto regresará a la trastienda de la NBA para continuar su aprendizaje.
No deberíamos volver a ver a LeBron James y su hijo Bronny en las canchas de la NBA en el corto plazo. La insólita imagen del padre (40 años) y su hijo marcó la reanudación del Campeonato Norteamericano esta semana. Permaneciendo en el banquillo ante Phoenix el viernes tras una breve aparición ante Minnesota el martes, el hijo de la superestrella del baloncesto deberá completar su formación en una liga inferior en los próximos meses.
ESPN desvela que Bronny, que conservará su lugar en la plantilla de los Lakers y que por tanto podrá ser convocado durante la temporada, se hará cargo de la G-League tras los cinco partidos fuera de casa programados para la franquicia californiana hasta el 6 de octubre.
Bronny debería jugar con el equipo de South Bay ubicado en Los Ángeles y jugará su primer partido en la antesala de la NBA el día 9 contra Salt Lake City. Un descenso de categoría que no sorprende al joven de 20 años, hijo de King James, que tenía muy pocas posibilidades de encontrar un lugar en la plantilla esta temporada.
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