“El icono inmolado” de Lionel Froissart

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La época dorada de la Fórmula 1 y la trágica muerte del piloto brasileño Ayrton Senna, el 1 de mayo de 1994, hace 30 años, en el circuito de Imola, falleció al volante de su coche, en Italia. En “L’icon immolée” publicado por Editions en exergue, colección la noche anterior, Lionel Froissart evoca con emoción este fin de semana maldito para la Fórmula 1.

Publicado el 28/04/2024 10:59

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1 de mayo de 1994. Gran Premio de de San Marino, Italia. La mirada del piloto brasileño Ayrton Senna, desde la cabina del Renault V10 Williams FW16 nº 2, antes del inicio del Gran Premio de Fórmula 1 de San Marino en Imola, donde Ayrton Senna murió en carrera, tras un accidente en el quinto redondo. El día anterior había muerto en el mismo camino su amigo Roland Ratzenberger. (PASCAL RONDEAU / ARCHIVO HULTON / ALLSPORT / GETTY IMAGES)

Esta mañana estamos ante un icono de la Fórmula 1, con El icono inmolado Por Lionel Froissart. El icono inmolado es el piloto brasileño Ayrton Senna, fallecido al volante de su Williams en el circuito de Imola, en Italia, el 1 de mayo de 1994. Un fin de semana maldito para la Fórmula 1, ya que el día anterior, Roland Ratzenberger También había fallecido en esta pista, al volante de su modesto Simtek. Rubens BarrichelloÉl también había sufrido un accidente el día anterior, pero había escapado milagrosamente. Y Lionel Froissart nos lleva a la mente del campeón en plena duda, al inicio del campeonato del mundo.

A Senna no le gusta su coche y la muerte de Ratzenberger lo sumerge en una especie de melancolía, hasta el punto de cuestionar su participación en este Gran Premio. Comienza una larga noche de recuerdos, más o menos felices. Sus inicios, sus primeras hazañas, sus relaciones con otros pilotos, sus amistades, en particular la de Alain Prost, poco evidente desde fuera, sus enemistades también, su fervor religioso, sus miedos y su inquebrantable pasión por el automovilismo. Con sus casi aterradores momentos de gracia al volante de un coche de Fórmula 1, cuando realiza vueltas perfectas, casi aturdido.

Senna es un ser completo, incapaz o casi incapaz de comprometerse. Y es este Senna, moviéndose también con la mirada triste de las últimas horas antes de su muerte, e incluso en la parrilla de salida de su última carrera, a quien nos presenta Lionel Froissart.

Y es una hazaña que logra, y es el ejercicio propuesto por esta editorial el que lo quiere. En esta colección, la noche anterior, David Rochefort se había interesado por el campeón de tenis. Mónica Seles, número 1 del mundo antes de cumplir 18 años, víctima de un mortal ataque con cuchillo durante un partido en Hamburgo, en 1993. Fred Poulet nos habló de la victoria de Marco Pantani, uno de los ciclistas más grandes de la historia de este deporte, y su meteórica ascensión al Alpe d’Huez, durante el Tour de Francia, el 19 de julio de 1997. Marco Pantani murió a causa de las drogas en un hotel de Rímini, en la costa del Adriático.

Cada vez, historias en primera persona, por tanto plasmadas, y al mismo tiempo muy documentadas. Para El icono inmoladoLionel Froissart tuvo que buscar en sus recuerdos como periodista, que seguía la Fórmula 1 para el periódico Liberar O Auto deportivo por décadas. Él lo sabe todo sobre esta época dorada de la Fórmula 1, donde apenas habíamos salido de la era de los gentlemen drivers ingleses.

Pero, sobre todo, Lionel Froissart era cercano a Senna. Tener a Ayrton Senna hablando en primera persona con emoción y estar en la cabeza del campeón ese día parece haber sido perfectamente claro para él.

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