“Dogrun” de Arthur Nersesian, las coloridas andanzas de un neoyorquino treintañero

“Dogrun” de Arthur Nersesian, las coloridas andanzas de un neoyorquino treintañero
“Dogrun” de Arthur Nersesian, las coloridas andanzas de un neoyorquino treintañero
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Mary, una aspirante a escritora, descubre, al regresar a casa, a su novio muerto frente al televisor… Las (des)aventuras se suceden a un ritmo jubiloso en esta segunda novela del autor estadounidense.

Arthur Nersesian, destacado cronista de una Nueva York ruinosa… Foto James Maher

Por Laurent Rigoulet

Publicado el 29 de septiembre de 2024 a las 8:00 am

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quando Arthur Nersesian se nos apareció el otoño pasado, con Joder, Escrito en la ruinosa Nueva York de los años 1980, era la figura perfecta del escritor estadounidense náufrago del que Francia se enamora fácilmente. Su novela, que se convirtió en culto tras ser olvidada, pescada y nuevamente pescada, contaba la divertida odisea de un héroe sin nervios y sin futuro en lo más profundo de Manhattan, el Lower East Side, caldo de cultivo de la escena punk, de amores pésimos. . y todas las adicciones.

En la pura tradición del novelista anclado a su estilo y a su entorno, Nersesian retoma, con perrorun, un viaje idéntico en el barrio donde conoce todos los bares, los rincones, los estados de ánimo, y donde tuvo tiempo de recopilar las historias extrañas y coloridas antes de la gran limpieza de la gentrificación. perrorun data de principios de siglo. Está conducida en primera persona por una narradora arruinada que intenta convertirse en novelista, acepta trabajos pésimos y logra encontrar una apariencia de equilibrio entre ambos (su manuscrito, El libro de trabajo, detalla sus malas experiencias en McDonald’s o Starbucks).

“Resistí la necesidad cada vez mayor de decir algo malo”. dice en las primeras páginas del libro. Ella no se detiene. El sarcasmo y el humor ácido marcan el tono de la novela donde sus aventuras se suceden a un ritmo jubiloso (para el lector). Hay que decir que la vida apenas la perdona. Inmediatamente se encuentra con el cuerpo frío (y el perro) de un novio que no le gustaba. Debe esparcir sus cenizas y multiplicar encuentros más o menos placenteros, más o menos pintorescos, para desandar el curso de sus engaños. Como en Joder, sus peregrinaciones, sexuales, musicales, vagamente sentimentales, pintan el retrato de un mundo varado, sucio y eléctrico, que el capitalismo está devorando y que eventualmente enterrará.

Traducido del inglés (Estados Unidos) por Charles Bonnot, 268 p.

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