miTambién era, a su manera, una “descarada”. Una adolescente rebelde del cine de autor de los años 80, revelada por Jean-Luc Godard, Bertrand Tavernier, Leos Carax. Habían visto en Julie Delpy una combinación paradójica, una belleza clásica, como de un cuadro de Botticelli, animada por un temperamento vivaz y moderno, más libre que sabio. Una coproducción del Renacimiento y la Nouvelle Vague. Pero la actriz se alejó rápidamente de una carrera efímera de icono de la pantalla grande. En 2001, no solo se expatrió a Estados Unidos, sino que también se dedicó a la dirección. Su octavo largometraje se estrena el 18 de septiembre, es una comedia, bastante disfrutable.
Teatral
“Érase una vez en Paimpont”… La historia se divide en varios actos, como en el teatro. Interludios musicales marcan las pausas, sin duda una forma de recordarnos que se trata de una fábula. ¿Pura ficción? Sí, pero muy en sintonía con la actualidad: el escenario describe la conmoción provocada en un pueblo bretón por la llegada de refugiados sirios. En un noble gesto de solidaridad, los habitantes habían aceptado acoger a los ucranianos, pero se ha producido un cambio en la distribución de los exiliados. Y en la ciudad, la aparición sorpresa de la familia siria no hace feliz a todo el mundo. ¡Se ha declarado una guerra de nervios y de clanes en Paimpont!
Los interludios musicales marcan las cesuras, sin duda una forma de recordarnos que se trata de una fábula.
El asunto se presenta espinoso para el alcalde (el brillante Jean-Charles Clichet), un apóstol de la síntesis, una versión armoricana de François Hollande. Para colmo, ha aceptado que la operación sea seguida por periodistas con el fin de realizar un documental. Para gloria de la generosidad de sus electores, pensó.
Frases memorables
Julie Delpy debe gestionar un mundo pequeño que ha sido incendiado por unos cuantos exaltados. La maestra Joëlle (Julie Delpy), de corazón izquierdo, generosa pero una profesora empedernida. Anne (Sandrine Kiberlain), la dueña del supermercado, con aires lunares. Hervé (Laurent Lafitte), el fontanero, un alsaciano que se ha vuelto más bretón que los bretones, poco progresista. El policía rural Johnny (Marc Fraize), un admirador de… Johnny. Como se puede ver, Julie Delpy ha optado por la sátira, imaginando situaciones a menudo divertidas y algunas frases memorables. “No entiendo nada, no hablo Macron”, o incluso “El ucraniano tiene una gran demanda en el mercado de refugiados”.
No siempre evita los escollos del buen humor o de la caricatura. El fontanero Hervé, que suponemos que pertenece a la extrema derecha, no parece muy inteligente. Pero, en definitiva, Julie Delpy capta algo acertado en la relación de los franceses con los inmigrantes: un rechazo ambiental y, sin embargo, sobre el terreno, para bien o para mal, signos de solidaridad.
Escribió el guion con tres amigas, entre ellas Léa Domenach, que dirigió Bernadette en 2023. Si te gustó la comedia sobre la esposa de Jacques Chirac, es muy probable que estos “bárbaros” no te resulten nada aburridos. Encontramos el mismo tono ácido, entre humor y ternura.
“Los bárbaros” de July Delpy. Duración: 1 hora 41 minutos. Estreno: 18 de septiembre.
