Oliviero Toscani, el fotógrafo que se hizo famoso por sus provocativas campañas publicitarias para la marca de ropa italiana Benetton, algunas de las cuales fueron prohibidas en Italia y Francia, murió el lunes a la edad de 82 años a causa de una rara enfermedad.
El fotógrafo reveló en agosto de 2024 que padecía amiloidosis, una enfermedad incurable que crea depósitos de proteínas insolubles en los tejidos, y explicó que había perdido 40 kilos en un año.
“No tengo miedo de morir. Siempre que no sea doloroso”, aseguró en una entrevista al importante diario milanés Il Corriere della Sera.
“Con inmensa tristeza anunciamos que hoy, 13 de enero de 2025, nuestro querido Oliviero se ha embarcado en su próximo viaje”, escribió su familia en Instagram.
Oliviero Toscani era conocido por utilizar imágenes impactantes, no sólo para vender productos, sino también para llamar la atención sobre temas sociales como el sida, el racismo o la pena de muerte.
Lo más controvertido fue el uso que hizo el artista de una fotografía de David Kirby, un paciente de SIDA, en su lecho de muerte, rodeado de su familia, para una campaña de Benetton en 1992.
Esta campaña provocó la protesta de los activistas contra el SIDA y un boicot a Benetton, pero Toscani se mantuvo fiel a su trabajo.
“Para explicar ciertas cosas las palabras no alcanzan. Eso es lo que nos enseñaste. Adiós Oliviero. Sigue soñando”, reaccionó Benetton en Instagram publicando una foto tomada por el artista.
El ministro italiano de Cultura, Alessandro Giuli, le rindió homenaje calificándolo de “uno de los más grandes artistas de la fotografía contemporánea”.
Nacido el 28 de febrero de 1942 en la capital lombarda, Oliviero Toscani había construido su carrera sobre el escándalo y la provocación con las campañas de Benetton a partir de 1983.
Estas campañas, que recorrieron el mundo, mostraban en particular a una mujer negra que amamantaba a un niño blanco (1989), a una monja con corneta besando a un joven sacerdote (1992) y a personas condenadas a muerte en Estados Unidos (1989). 2000), una joven anoréxica (2007).
– Campañas publicitarias polémicas –
“Odio la fotografía artística”, dijo en 2010. “La fotografía se convierte en arte cuando provoca en nosotros una reacción, ya sea interés, curiosidad o atención”.
Su amigo y ex director creativo de Benetton, Jean-Charles de Castelbajac, elogió en Instagram “la inteligencia de sus imágenes, su relevancia y su impertinencia”.
Varias de sus campañas “Colores Unidos de Benetton” fueron prohibidas en Italia, pero también en Francia.
Reviviendo la provocación original, el grupo volvió a sorprender a finales de 2011 con fotomontajes que mostraban a los grandes de este mundo besándose en los labios, entre ellos el Papa y un imán.
Un calendario de 2012 presentado por Toscani en Florencia representaba 12 penes, después del de 2011 que estaba compuesto por el mismo número de pubis femeninos.
En 2007, Toscani fotografió a la modelo desnuda y anoréxica Isabelle Caro, que luego murió a causa de la enfermedad, para la marca de moda Nolita en un momento que coincidía con la semana de la moda de Milán.
Cuando Il Corriere le preguntó qué foto elegiría si tuviera que elegir solo una, respondió: “Por el conjunto, por el compromiso. No es una fotografía que hace historia, es una elección ética, estética y política”.
Toscani y Benetton se separaron definitivamente a principios de 2020 tras los polémicos comentarios del fotógrafo sobre la tragedia del puente de carretera que se derrumbó en Génova en 2018, matando a 43 personas.
La familia Benetton era entonces el principal accionista de la empresa ASPI (Autostrade per l’Italie), que gestionaba el puente en el momento de la catástrofe.
“Pero a quién le importa si un puente se derrumba”, dijo durante una transmisión de radio. Luego afirmó que sus declaraciones habían sido sacadas de contexto.
También en el Corriere, este padre de seis hijos nacidos de tres uniones aseguró que sólo “se arrepiente de las cosas que no he hecho, no de las que he hecho”.
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