Malestroit, de Jean de Saint-Cheron: Sor Tempête

“Demasiados milagros.» Los lectores que desconozcan los rigores inquisitoriales de la Sagrada Congregación del Santo Oficio se sorprenderán al saber que, en 1960, con estas palabras el cardenal Ottaviani, hombre de rojo y uno de los más duros, cerró el expediente de beatificación de Yvonne-Aimée de Jesús, una hermana agustina del monasterio de Malestroit, en Morbihan, fallecida nueve años antes. Al concederle a su vez la Cruz de Guerra con palma, la Legión de Honor que le entregó personalmente el general De Gaulle y la Medalla de la Resistencia, la República reconoció sus virtudes heroicas y su santidad secular. Torturada por la Gestapo, la hermana Tempête, que parece salida de la imaginación de un guionista de los estudios Disney, se escapó de la prisión de Cherche-Midi y continuó la lucha, acogiendo a 172 paracaidistas y resistentes en la clínica de las Canonesas de la Misericordia. del cual ella era superiora.

Pero la Iglesia aún no se ha dignado inscribir su nombre en el santoral…