El Gâs de l’Almanac pone de relieve el patrimonio musical y cultural de los pescadores bretones. Una misión que el coro masculino de Brest lleva a cabo desde el otoño de 2010, cuando una quincena de finisterios, cantantes acompañados por dos músicos, partieron para rescatar de las profundidades del mar los tesoros olvidados de las canciones publicadas en el Almanaque de los marineros bretones en el principios del siglo XX y que cayó en el olvido con la Gran Guerra. “Imbuido de gwerz (cuento cantado) tradicional y de canciones melodramáticas, este repertorio musical poco conocido marcó la vida de los pescadores bretones y sus familias. Es inseparable del patrimonio marítimo regional”, testimonia Jean-Claude Quéro, uno de los miembros fundadores de la asociación cultural Gâs de l’Almanach.
Nuevas voces bienvenidas
Los artistas también quieren dar a conocer el trabajo del marinero bretón apoyando su acción social centrada en ayudar a las familias de marineros en dificultades. Se perpetúa así la solidaridad de los marinos. Un adagio que aguanta la marea. “Hace ciento veinticinco años, Jacques de Thézac afirmó su ideal de generosidad al crear esta publicación. Hoy en día todavía reúne la información náutica necesaria para la navegación profesional o recreativa. En 1900, inauguró también su primer refugio para marineros en la isla de Sein”, añade Alain Bernard, tesorero.
La asociación cultural de Brest acaba de publicar un cancionero (10 euros) con las partituras de las canciones y un álbum (20 euros) con los arreglos musicales y los escenarios de los espectáculos. Las obras se pueden adquirir contactando con sus integrantes. El grupo musical también prepara actualmente una nueva creación que combina canto y teatro para principios de 2026. Se representará en el escenario de Mac Orlan, en el barrio de Recouvrance, en Brest. Nuevas voces también son bienvenidas.
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