Se basa en una inspección realizada en 2024 por un inspector de la Dirección Departamental de Competencia y Control del Fraude (DDCRF) en un hipermercado de la región de Vannes, seguida de una visita al centro de ventas en Colpo, que en este caso “. práctica comercial engañosa” finaliza este jueves 19 de diciembre ante el tribunal de Vannes.
“Origen falso e injusto”
Luego se descubrió que las etiquetas de las botellas de sidra y zumo de manzana contenían información falsa. Como explica el representante de la DDCRF en el stand: “En este caso no se trata ni de la calidad de los productos ni de la organización de esta empresa. De hecho, es el origen de sus productos lo que resulta falso y desleal en sus prácticas comerciales. Es probable que engañen al consumidor”.
Y continúa: “Porque las indicaciones que aparecen en las etiquetas sugieren que estas sidras y jugos de manzana se elaboran en una sidrería ubicada en Colpo. Sin embargo, no hay manufactura en esta ciudad. Sólo existe una plataforma logística y un sitio de ventas. La sidra se prensa y embotella en Ergué-Gaberic, en Finisterre. Esta información engañosa permite en realidad una oferta más atractiva, basada en la fuerte imagen del Golfo de Morbihan”.
Manzanas de Colpo
La sidra se produce en Colpo desde hace tanto tiempo que la compra de la empresa inicial en 2020 por una empresa con sede en Finisterre y dirigida por tres hermanos provocó el cierre de la planta de producción de Morbihan.
Proveedor de particulares, pero también de creperías y restaurantes, explica uno de los codirectores en el bar: “Cuando tomamos la empresa de prensado de manzanas en Colpo en 2018, no habíamos cambiado las etiquetas que llevaban los nombres “El Colpo” y “ Le Morbihan”, o incluso el dibujo del Golfo de Morbihan. En aquella época, el embotellado ya se realizaba en Loira Atlántico y luego se devolvió al Finisterre. Con la adquisición de esta empresa, continuamos abasteciendo a 160 productores de manzanas en la región del Colpo. Desde esta inspección no hemos cambiado nada”.
“Proteger a los consumidores”
El abogado defensor, David Le Reste, pide la absolución: “Actuó de buena fe. Los controles anteriores de la administración no habían detectado nada. Cambiar las designaciones geográficas en las etiquetas significa cambiar los hábitos de los consumidores. Lo que debilitaría su negocio en un contexto difícil para este negocio y las marcas que ha salvado”.
Para el fiscal Maxime Antier, que pide una multa de 25.000 euros por estos hechos ocurridos durante los últimos cuatro años, “la cuestión de este caso es recordar que la ley obliga a todos para proteger a los consumidores, que deben ser informados de manera justa . Sobre todo porque cada vez están más apegados a una región a la hora de realizar sus compras. Por lo tanto, la trazabilidad debe ser honesta”.
El tribunal decidió condenar a la sidrería al pago de una multa de 15.000 euros.
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