El sábado 14 de diciembre, el Centro Municipal de Acción Social (CCAS) y el municipio de Pauillac organizaron una comida para las personas mayores. “Estamos encantados de volver a verles después de una larga ausencia desde el Covid”, declaró el alcalde Florent Fatin ante 180 invitados.
Tras el breve discurso de bienvenida, el electo entregó a Pascale Rey, directora del CCAS, un cheque por valor de 6.000 euros. “Cada año, como alcalde, recibo gastos de entretenimiento y comida que prefiero devolver al CCAS, esto paga en parte las comidas de hoy”, confió Florent Fatin, quien añade que desde 2020, son 600 paquetes que fueron llevados al residencias de ancianos, primero porque fue imposible reunirse durante la pandemia y también porque se habían realizado trabajos en el salón comunitario.
El catering Jean-Michel Crespaud de Saint-Estèphe deleitó visiblemente a los invitados. En cuanto a la orquesta de Thierry Coudret, que no paró ni un minuto, creó un ambiente muy agradable.
En la pista estaba el matrimonio Ramos, los veteranos Pauillacais, de 94 y 93 años. “Nos encanta bailar y todos los domingos vamos a bailes de té”, dijo la pareja justo antes de empezar de nuevo un vals.
Hélène, cantante de la orquesta, tuvo el dinamismo y la energía para hacer bailar a todos, desde el vals hasta el tango, pasando por el rock e incluso la oruga. Estos reencuentros entre mayores fueron muy apreciados por invitados como Nicole Hupé o François Isatsti, de 97 años, y su cuñado François, también de 93 años, que viven en la ciudad desde hace mucho tiempo. Jean-Claude y Danielle Isasti, los niños, vienen allí por primera vez, al igual que Maryse y André Fragé, naturales de Nantes, que se han convertido en residentes de Pauillac desde hace cinco años para estar más cerca de su hija.
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